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domingo, 22 de agosto de 2010
Michael Fassbender, centurión y caballero
Michael Fassbender (fotografiado por Emma Hardy) es una de las últimas revelaciones en la pantalla. Este actor británico auna unas admirables cualidades interpretativas con un poderoso carisma, o lo que es lo mismo, 'presencia', un actor de la estirpe de Clive Owen o Daniel Craig. Su más deslumbrante tour de force fue en 'Hunger' (2008), de Steve McQueen, una de las mejores obras de esta década, que aún sigue invisibles en nuestras pantallas.Y es uno de los aspectos más destacados de la estimable 'Centurión' (2010), de Neil Marshall. En el cine de éste cineasta británico más que sobre personajes (dibujados con medio trazo), se construye sobre presencias, actores y paisajes, y acciones, sobre la fisicidad. Es una de sus virtudes, que hace que destaque, pero también revela sus limitaciones. Marshall sigue la estela del cine de Carpenter (algo más obvio en su anterior obra, 'Doomsday', reciclaje, o casi pálido reflejo, de 'Escape de Nueva York' (1981), y su obra más desequilibrada), pero sin el brillo o ingenio de éste, aunque en 'Centurion' logra un cierto equilibrio que en sus obras precedentes, como la citada o 'The descent' (2005) y 'Dog soldiers' (2002), en el que brillaban puntuales secuencias. Cierto es que está más logrado su primer tramo, con varias secuencias de acción resueltas con eficacia, como el asalto al fuerte o el ataque en el bosque de los Pictos sobre los romanos. El núcleo de la obra, la persecución de los supervivientes, que son eliminados, uno tras otro, no alcanza la intensidad ni urgencia que debería, la sensación de intemperie vital e indefensión. Aún dotado de un considerable vigor narrativo queda más bien como bosquejo de lo que pudiera haber sido, y no logra, además, insuflar esa visceral abstracción (valga la paradoja), de enfrentamiento arquetípico, y hasta esotérico, con las caóticas fuerzas de la naturaleza, ejemplificada en un personaje sugerente, aunque no se le saque el suficiente partido, como el de la guerrera picto interpretada por Olga Kurvylenko ( es su presencia como la de Fassbender u otros actores como Dominic West, Ulrich Thomsen o Liam Cunningham los que aportan fuerza al esquelético trazado psicológico de sus personajes).
Rescata también un sentido de la acción y de la fisicidad que se agradece en el yermo panorama de hoy, el que representa una obra ejemplar y canónica como 'Los vikingos' (1958), de Richard Fleischer, aunque lejos quede en logros ( la falta de complejidad dramática; lo forzado de la inclusión de la mujer desterrada por bruja). Pero al menos no cae en el atropello narrativo ni en los esteticismos de 'Gladiator' (2000), de Ridley Scott, o en la hipertrofia de 'El gúia del desfiladero' (2007), de Marcus Nispel, o el esteril esteticismo de '300' (2007), de Zack Snyder, en la que tenía un papel secundario Michael Fassbender, aunque no posea la fuerza dramática y el ingenio expresivo de 'El rey Arturo' (2004) de Antoine Facqua, o 'El guerrero nº 13' (1999), de John McTiernan. Raro es encontrarse, dentro de este género, alguien que aún crea en la fuerza narrar una aventura, una sucesión de peripecias, sin sobresaturarlas u ornamentarlas narrativa y estéticamente o perderse en juegos formales, aun con las limitaciones indicadas. Volviendo a Fassbender, reitero que estupendo en 'Centurion' (necesario para involucrarse en la peripecia; hace cuerpo del héroe en prueba; sus gestos y miradas son el diapasón de la película), recordar que protagonizó otro puro survival, no carente de interés, como 'Eden lake' (2008), de James Watkins, y que intervino en la olvidable y autocomplaciente 'Gloriosos bastardos' (2009) de Quentin Tarantino o en la estimable 'Fish tank' (2009), de Andres Arnold, y que parece ir encontrando proyectos más sugerentes como con David Cronenberg en la excelente 'Dangerous method' (2011), con Sorderberg en la notable 'Indomable' (2012) o de nuevo con Steve MacQueen en la magnífica 'Shame' (2011). No deja de ser estimable la nueva adaptación de 'Jane Eyre' (2011), de Gary Fusunaka, aunque le falta unos hervores más de intensidad. Su 'magnetismo' y versatilidad se refrenda interpretando al joven Magneto en la aceptable 'X men- primera generación' (2011), de Matthew Vaughn, y es lo único sobresaliente de la no más que discreta (y surcada de inconsistencias)'Prometheus' (2012), de Ridley Scott, con quien repetirá en 'The counselor' (2013). Entre sus próximos proyectos destaca el western 'Janet got a gun' de la británica Lynne Ramsey, junto a Natalie Portman
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el es alemán no britanico
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