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domingo, 26 de junio de 2011
Insidious - Unawakened (Soundtrack)
La banda sonora de Joseph Bishara me parece de lo más eficazmente turbador de 'Insidious' (2010), de James Wan, obra que no carece de momentos inquietantes, de sobresaltos 'sutiles', de atmósfera mórbidamente malsana, pero que en su último tercio pierde consistencia, no potenciando las sugerencias de sus primeras secuencias en el perfil de los personajes (su insatisfacción vital, la consciencia del paso del tiempo), derivando en barraca de feria. O en una retahila de imágenes, situaciones inconexas, perturbadras algunas, pero deshilachadas en su sentido o densidad, lo que determina que pierda sustancia, esa turbación más honda de las grandes propuestas del cine de terror ( de las recientes, la obra de Darabont, 'La niebla'). Hay quien ha señalado con agudeza, como Angel Sala, su hábi y renovador reciclaje de obras como 'El exorcista' o géneros como el giallo, pero además de que ni una ni otro me entusiasman, me parece que aún con sus puntuales logros de logrados momentos terroríficos se queda en lo epidérmico.
Plácidas pausas de rodaje: Elizabeth Taylor y Marlene Dietrich
Susannah York, swinging beauty
Susannah York, fotografiada por Bob Willoughby, durante el rodaje de 'Danzad, danzad, malditos' (1969), de Sidney Pollack, que supuso uno de sus más notorios hitos interpretativos, y de los más reconocidos como el posterior de 'Images' (1972), de Robert Altman. Dos de sus mejores películas se estrenaron en 1978, 'El grito' de Jerzy Skolimovski y el singular thriller 'Testigo silencioso' de Daryl Duke. A partir de entonces, del año en que también encarnó a la madre de Superman en la película homónima de Richard Donner, su carrera decayó. En los 60 participó en obras como 'Freud' (1962), de John Huston, 'Tom Jones' (1963), de Tony Richardson, 'El séptimo amanecer' (1964), 'Las arenas del Kalahari' (1965), de Cy Enfield, 'Un hombre para la eternidad' (1966), de Fred Zinneman o 'The killing of sister George (1968), de Robert Aldrich.
Plácidas pausas de rodaje: Burt Lancaster, Spencer Tracy, Richard Widmark y Montgomery Clift
sábado, 25 de junio de 2011
David Julyan - Insomnia - The Glacier
David Julyan ha compuesto cuatro sugerentes bandas sonoras para Christopher Nolan, las de 'Following' (1998), 'Memento' (2000), 'El truco final' (2006) e 'Insomnia' (2002), la más cautivadora, que sumerge en esa atmósfera vital fronteriza en la que no se distingue el día de la noche como no se disciernen los umbrales o liímites de la moral, un disolvente viaje sensorial a los abismos de la luz, en la más sobresaliente obra de Nolan.
Plácidas pausas de rodaje: Dana Andrews, William Wyler y Gregg Toland
Dana Andrews da muestras de su talento también como camarero preparando lo que parece un helado (aplicando la última capa de nata) para William Wyler y Gregg Toland (cuyas expresiones expectantes delatan que el resultado es más que sugestivo) durante el rodaje de 'Los mejores años de nuestra vida' (1946).
Plácidas pausas de rodaje: Audrey Hepburn y James Garner
viernes, 24 de junio de 2011
Homenaje al gran Peter Falk, ángel caido y detective
Hay que homenajear al gran Peter Falk, fallecido a los 83 años. Memorable no sólo por su creación más popular, el teniente Colombo que inteprepretó en 69 ocasiones entre 1968 y 2003. Sino también por sus creaciones en 'Un gangster para un milagro' (1961), de Frank Capra, 'Cielo sobre Berlín' (1987) y su menos afortunada continuación, 'Tan lejos, tan cerca' (1993), ambas de Wim Wenders, 'La carrera del siglo' (1965), de Blake Edwards, 'Husbands' (1970) y 'Una mujer bajo la influencia' (1974), ambas de John Cassavettes, 'Murder inc' (1960), de Stuart Rosenberg y Bob Balaban, 'La batalla de Anzio' (1968), de Edward Dmytryk, 'Un cadáver a los postres' (1978), de Robert Moore, 'La princesa prometida' (1987), o 'Invicto' (2002), de Walter Hill, entre otras. Hasta pronto, 'compañero'.
Hace dos o tres años me revisé todos los episodios de Colombo en su primera tanda, la que hizo hasta 1978. Inmenso. Y sus personajes de las obras de Capra o Wenders son parte de esa antología de personajes especialmente entrañables.
Tindersticks - White Material ( SOUNDTRACK Claire Denis film ) T1
Una nueva y fascinante colaboración del grupo británico Tindersticks con Claire Denis, para la muy sugerente 'White material (2010)', música esquiva y turbadoramente atmósferica como la narración de la cineasta francesa, que fluye entre las difuminadas fronteras de la concreción y la abstracción, la pregnante corporeidad y la fragmentariedad que refleja desconexión y el extravío, la disolución de las raíces palpada por una narración descentrada que es interrogante. Y, una vez más, magnifica la 'máscara' de Isabelle Huppert para reflejar esa carne de emociones trasegada.
Plácidas pausas de rodaje: Raoul Walsh y Humphrey Bogart
Humprhey Bogart y Raoul Walsh, sonrientes, durante el rodaje de 'El último refugio' (High Sierra, 1941). Bogart tuvo que esforzarse en persuadir a Walsh (que aún le veía más como secundario que como protagonista) para conseguir el papel principal, Roy Earle, el cuál había sido ofrecido a George Raft, pero Bogart consiguió que lo rechazara. La película también cimentó la amistad entre Bogart y Huston, co guionista junto al autor de la novela adaptada, William R. Burnett. El perro de la película, 'Pard', era realmente el perro de Bogart, 'Zero'. En la secuencia final, en la que tenía que lamer la mano del cadáver de Earle, al ser la de el 'doble' (stunt performer), Buster Wiles, quien sustituía a Bogart, tuvieron que poner en su mano varias galletas para conseguir que el perro se la lamiera.
En rodaje: Fritz Lang, Randolph Scott y Robert Young. Espíritu de conquista, el mito y la mirada del descubrimiento
Fritz Lang dando instrucciones a Randolph Scott y Robert Young durante el rodaje de 'Espíritu de conquista' (Western Union, 1941). Hay en esta notable obra, quizá inmerecidamente no tan reconocida como otros westerns del cineasta alemán ( 'La venganza de Frank James' (1940) y, sobre todo, 'Encubridora'), una singular combinación de retratar los patrones más arquetípicos del género con la sensación de estar contemplándolos por primera vez, la familiaridad ( o el goce de un reencuentro) con la mirada del extrañamiento y el descubrimiento. Condensado en esa inicial secuencia del cowboy (el arquetipo que ya evoca un espacio, un unverso), Shaw ( Randolph Scott), contemplando, admirado, a un rebaño de bisontes (como si se contemplara algo inusitado que es puro asombro). El mito y la mirada que interroga. Porque nada es lo que parece, constante en una obra tramada sobre las falsas apariencias (o realidad huidiza, incierta)y el descubrimiento, en la que se narra la construcción de la primera línea de telégrafo, Wester Union. Hombres pioneros que construían un futuro, pero a los que perseguía el pasado, como a Shaw, a quien persigue un grupo de jinetes, representantes de la ley. El azar, o el destino, pone en su camino a un malherido Creighton (Dean Jagger), el ingeniero de la linea de Western Union, que revela que Shaw puede ser un forajido ante al que hay que replantear la mirada ( ya que en vez de huir se detiene y oculta para atender al herido Creighton y llevarle con él). En la obra es recurrente el empleo expresivo de panorámicas y del fuera de campo, tanto relacionado con la construcción de la línea ( planos que asocian el tendido con la aparición o irrupción de los indios; el territorio desconocido que se acota) como en el singular cortejo que realizan tanto Shaw como Blake (Robert Young), el hombre del este, sobre la hermana de Creighton. En dos secuencias uno de ellos la visita en la oficina, y la cámara con la panorámica descubre que está el otro en otra silla (un ingenioso uso del ritornello). Equívocas apariencias: Hay indios que no lo son, sino secesionistas disfrazados, y su cabecilla es el hermano de Shaw ( el pasado que abrasa, con el que se intenta conciliar; no por nada un incendio será crucial en las secuencias finales, como que las manos de Shaw queden lastimadas por el fuego). Blake, en principio, parece el típico ( o convencional) petimetre del Este, que tiene una visión distorsionada del universo del oeste ( su primera aparición con un ridiculo vestuario de atavío con flecos),pero rápidamente demostRará que no hay que fiarse de las apariencias, por cómo domina el caballo salvaje que le 'endosan'. Hay algo en esta dualidad, de Shaw y Blake, que adelanta la de los personajes de Wayne y Stewart en la magnífica 'El hombre que mató a Liberty Valance' (1962), un relato que tiene mucho de cuento de fantasmas, de mito al que se levanta el polvo y homenajea. En la obra de Lang, el hombre del oeste, el que representa un pasado, el de los fueras de la ley y los enfrentamientos violentos ( la guerra civil) también desaparece (hermosisimo el plano de su mano vendada por las quemaduras que cae del alfeizar tras ser abatido; su rostro, su figura, ya queda definitivamente fuera de campo; como lo que contemplaba en la secuencia inicial, los bisontes que casi fueron extinguidos, criaturas de un pasado), para dejar paso a la civilización y sus posibles progresos de comunicación, o, sencillamente, al ánimo transformador del pionero. Aún había posibilidad de confiar en la construcción de un futuro (armonioso).
The Tree of Life (2011) Featurette with Christopher Nolan & David Fincher
Para seguir abriendo boca sobre lo que tiene todas las trazas de ser este próximo otoño una inmersión en lo sublime, 'The tree of life' (2011), de Terrence Malick, David Fincher y Christipher Nolan hablan, admirativamente, del cine de Malick, cine inmersivo (en 'algo más') ,como muy bien apunta Fincher, un cine minuciosamente meditado para 'evocar' unas sensaciones y emociones.
jueves, 23 de junio de 2011
Banda sonora de The Tree of Life de Alexandre Desplat. Skies
Como la película, 'The tree of life' (2011), de Terrence Malick, alcance las sublimes cotas de su banda sonora, compuesta por Alexandre Desplat, puede ser el más intenso y exquisito orgasmo cinematográfico de la última década. Monsieur Desplat ha alcanzado un estado de gracia creativo que sume en el puro asombro. Un prodigio de banda sonora.
Plácidas pausas de rodaje: Alec Guinness, sosías de Toulouse Lautrec
En rodaje: Jacques Tati
Jacques Tati/Monsieur Hulot, a ras de suelo, como la cámara, durante el rodaje de esa coreografía de la celebración vital que es 'Mi tío' (1958). Otros ángulos. Hulot es un ingenuo subversivo sin quererlo que trastoca un mundo tan cosificado como adusta y severamente rígido (ese de las carrasperas mientras se engola la voz para hablar con un superior o un empleado). Hulot, como los traviesos niños, provoca colisiones, resquebraja el ordenado parterre del valor de imagen.
miércoles, 22 de junio de 2011
En rodaje: Ingmar Bergman y Gunnar Fischer. Fischer, la mirada de luces duras
Ingmar bergman y Gunnar Fischer, durante el rodaje de 'El ojo del diablo' (1960), doceava y última colaboración entre cineasta y director de fotografía. Sirva de homenaje, tardío, para Fischer, fallecido a los 100 años el pasado 11 de junio, quien demostró su admirable talento ( de 'luces duras'), desde 'Ciudad portuaria' (1948), en obras memorables como 'Fresas salvajes' (1957), 'Un verano con Monica' (1953), 'El rostro' (1958), 'El séptimo sello' (1956) o 'Sonrisas de una noche de verano' (1955). Bergman comenzó pedir a Fischer 'luces más suaves', y la reticencia de Fischer propició la 'separación'. Fischer tambien colaboró con Carl Dreyer en 'Dos seres' (1945) o con Jacques Tati en 'Zafarrancho en el circo' (1974).
Mandy o la ruptura del aislamiento
'Mandy' (1952), de Alexander MacKendrick es un excelente melodrama que despoja a la vez que transfigura las convenciones genéricas a través de un (formidable) montaje más atento a las emociones en juego, a los rostros, a las circunstancias y actitudes emocionales, ya desde las portentosas secuencias iniciales en las que el matrimonio formado por Christine y Harry descubre que su pequeña hia es sorda (con la incógnita de si también será muda). Ese despojamiento, que implica esencializar, rehuye los mecanismos formularios de 'sobredramatizar' los conflictos, consiguiendo así momentos de desbordante emoción catártica, en los que son cruciales el empleo del sonido ( o su ausencia o selección de lo que se oye o no), como en la secuencia en la que Mandy logra, con el incentivo de su profesora, decir sus primera palabras (de una intensidad que desgarra por su fuerza liberadora, casi una acción de Odisea). La cuestión de la mudez o de la sordera, de la dicultad de comunicación, de la incapacidad de discernimiento, del aislamiento ( o ajenidad) como forma de interrelacionarse socialmente se amplifica en las relaciones de los adultos. Ya de entrada en la opuesta actitud del matrimonio: Christine no quiere que su hija viva aislada del mundo (protegida en una vitrina) y se esfuerza en buscar el medio para que su hija sepa en vivir en sociedad ( más allá de si logra o no hablar), a diferencia de un sobreproteccionista padre (que ni se preocupó de conocer las instalaciones del colegio especializado, justificándose en la mala impresión que le daba su fachada; no era más que una excusa para su reticencia). El aislamiento de la realidad de este, o de su actitud, se ejemplifica en la mansión de sus padres, de alta clase, separados del mundo, de un espacio desvencijado de arrabal, por una verja ( incluso abuelo y abuela parecen vivir en dos mundos diferentes en esa mansión); hay un aislamiento o ajenidad de clase.
Christine es capaz hasta de abandonar a su esposo firme en su propósito de abrir a su hija al mundo, ingresándola en el colegio especializado que rehusó conocer su marido. Es cautivador el personaje del profesor del colegio, excelentemente interpretado pro Jack Hawkins, entre elusivo y huraño, desconfiado con respecto a los padres ( o lo adultos en general), y cuya actitud, tan escasamente diplomática como complaciente, no deja de suscitar inquinas o rechazos, cuando tan admirable es su entrega y dedicación con los niños ( pero es algo de lo que no hace alarde; no es personaje que cultive las apariencias; aunque haya en él rescoldos de resentimiento con respecto a las actitudes sufridas con esa criatura llamada 'ser social' o adulta, su tendencia a enmarañar o destruir). Hay hermosas ideas como asociar los planos de la nuca de Mandy ( cuando descubren que no puede oir) con plano semejante sobre la del padre, cuando al fin se vuelve y se desprende de todas sus reticencias y miedos, o desconfianzas ( el rumor que por un momento ha dominado su despecho, de abandonado, de que su mujer pudiera tener una relación con el profesor). Las verjas de la sordera y la mudez, del aislamiento y la ajenidad, al final, se quiebran, y se abren al mundo, como Mandy jugando con los otros niños del barrio.
martes, 21 de junio de 2011
La dolce vita / La bella malinconica - Nino Rota
Las exquisitas caricias musicales de Nino Rota para la banda sonora de la sublime 'La dolce vita' (1960), de Federico Fellini. Es momento de bailar con las sombras de los sueños...
Anouk Aimee - Lola - Raymond Cauchetier
Plácidas pausas de rodaje: Elizabeth Taylor y Richard Burton
En rodaje: Richard Brooks, Gene Hackman e Ian Bannen
Richard Brooks (que prefería no enseñar el guión entero a cada actor, sino sólo la parte que le correspondía) revisa el guión, con los magníficos Gene Hackman e Ian Bannen, durante el rodaje de la exultante y entrañable 'Muerde la bala' (1975), cuyo substrato alegórico (su condición, a través de la carrera de caballos, de corrosiva puya sobre la competitividad del ser humano que prima la consecución de su meta, el éxito, por encima del factor humano), no ha perdido actualidad. Una obra, no muy valorada, que no desmerece de las que me parecen las grandes obras de Brooks: 'El fuego y la palabra' (1960), 'Lord Jim' (1964), 'Los profesionales' (1966), 'A sangre fría' (1967), 'Con los ojos cerrados' (1970) y 'Buscando al sr. Goodbar' (1977)
lunes, 20 de junio de 2011
"The Bravados" (Henry King, 1958) - Opening Theme by Lionel Newman
El imponente tema de apertura de Lionel Newman para la banda sonora del excelente western de Henry King, 'El vengador sin piedad' (1958).
En rodaje: John Frankenheimer
En rodaje: Robert Mulligan y Alan J. Pakula
Robert Mulligan y Alan J Pakula durante el rodaje de 'La noche de los gigantes' (The stalking moon, 1968), sugerente y opresivo western, que supuso su séptima y última colaboración como tandem de director y productor. La primera fue la opera prima de Mulligan, 'El precio del éxito' (1957), y las restantes, 'Matar a un ruiseñor' (1962), 'Amores con un extraño' (1963), 'La última tentativa' (1965), 'La rebelde' (1965) y 'Up down the straircase' (1967).
En rodaje: Sidney Lumet, Paul Newman y Lindsay Crouse
domingo, 19 de junio de 2011
Judy Garland - I Could Go On Singing (I Could Go On Singing, 1963)
Inmensa Judy Garland, inmensa, en la actuación en la que canta el tema, compuesto por Harold Arlen y E.Y. Harburg, que da título a la última película que protagonizó, 'I could go on singing' (1963), de Ronald Neame.
Plácidas pausas de rodaje: Jean Seberg, en la orilla del Loire
En rodaje: Otto Preminger
El gran Otto Preminger, entregado a la emoción del trance creativo, fotografiado por Bob Willoughby, durante el rodaje de 'Santa Juana' (Saint Joan, 1957). Pocos como Preminger rompieron tantos tabúes, enfrentado a la 'inquisición' de los códigos de censura ( o a las listas negras) de Hollywood. Con 'The moon is blue' (1953), indignaría a la 'Legión católica de decencia' por utilizar el término 'virgen'. Con 'El hombre del brazo de oro' abordó sin tapujos la cuestión de la adicción (a la heroina). Con 'Anatomía de un asesinato' (1969), colisionaría con el Código de censura por emplear términos como 'violación', 'esperma' o 'climax sexual'. En lo único que cedería fue en no utilizar el término 'penetración', aunque este enfrentamiento supusiera, por otro lado, el principio del fin del 'Codigo de censura'. Un año después, en 'Exodo', no ocultaría que contrataba a un estigmatizado guionista, Dalton Trumbo, posibilitando que su nombre apareciera por primera vez en los créditos tras diez años en la 'lista negra' (ya sea firmando con seudónimo, o recurriendo a que otro guionista firmara su trabajo). No es de extrañar que Preminger haya sido uno de los más incisivos cineastas a la hora de poner en cuestión las contradicciones, fisuras o inconsistencias de cualquier institución (de la familiar a la militar, pasando por la judicial, eclesiástica, política etc).
sábado, 18 de junio de 2011
Plácidas pausas de rodaje: Dirk Bogarde. Esperas,ausencias (IV)
Esperas, ausencias (IV). Dirk Bogarde, durante una pausa de rodaje de 'I could go on singing' (1963), de Ronald Neame, que supuso la última intepretación de Judy Garland. Otra fascinante y sugerente elaboración compositiva por parte de Bob Willoughby, jugando con la interacción entre los elementos del encuadre, entre figuras y vacíos, la mirada abstraida, melancólica o nostálgica (extraviada en un inasible fuera de campo), de Bogarde (qué mirada la de este gran actor), una falta o anhelo, una ausencia, corporeizada en el dormitorio a su espalda.
viernes, 17 de junio de 2011
Plácidas pausas de rodaje: Shirley MacLaine, Warren Beatty y Joan Collins
Sinatra, Lawford, Davis y la sauna
jueves, 16 de junio de 2011
Danny Elfman- Catwoman Theme From Batman Returns
El hechizo ronroneante de los acordes de la composición de Danny Elfman para el personaje más cautivador de todas las obras realizadas alrededor de Batman, Catwoman, fascinantemente interpretada y encarnada por Michelle Pfeiffer, que sabe lamerse cual gata y usar el látigo ( y no digamos, moverse sinuosamente) con una subyugante Gracia, en la esplendida 'Batman vuelve' (1992), de Tim Burton, la obra que prefiero de las filmadas sobre el hombre murciélago.
Plácidas pausas de rodaje: Jane Fonda
Plácidas pausas de rodaje: Alfred Hitchcock, Cary Grant e Ingrid Bergman
Ingrid Bergman mira a Cary Grant, este a Alfred Hitchcock, y este mira al infinito (¿o quizás se acaba de percatar de que hay un buen tropel de pájaros sobre un tendido eléctrico?) durante el rodaje de 'Encadenados' (Notorious, 1946), en donde muchos de los personajes se miran (o escrutan) sin saber verse (entre ciegas suspicacias y emborronadas proyecciones).
Plácidas pausas de rodaje: ´Marlene Dietrich y John Lund
miércoles, 15 de junio de 2011
Micmacs à tire-larigot (soundtrack) - 03. Larrons En Foire
Una delicia de banda sonora para una revitalizante 'Micmacs' (2008), en la que Jean Pierre Jeunet funde 'Delicattessen' y 'Amelie' con un grupo de 'desherados' enfrentados a dos empresas de armamento. Un jubiloso festival de excentrico derroche de imaginación.
Plácidas pausas de rodaje: Sean Connery. Esperas, ausencias.
Esperas, ausencias (III). Sean Connery, fotografiado por Bob Willoughby, durante una pausa de rodaje de 'Marnie, la ladrona' (Marnie, 1964), de Alfred Hitchcock. Las elaboradas composiciones de Willoughby hacen sentir el fuera de campo en el encuadre, una escisión entre el espacio ocupado por las figuras y los elementos del decorado (casi como transposiciones de lo que tiembla, vibra, en sus mentes), reflejos de la ausencia, la espera, el anhelo, el vacío, la nostalgia, emociones prendidas, palpables en el diálogo entre las miradas de los actores, Lemmon o Connery, dirigidas hacia el fuera de campo, el peso en sus miradas, y los componentes del atrezzo . El humo que brota del cigarrillo de Lemmon en el que se desvanece el fulgor del ilusorio corazón iluminado, el cartel del túnel del amor, espacio sórdido, en venta, de abandono e intemperie, de emociones desvencijadas como las que expresan los ojos de Lemmon que gritan lo que ya no puede palpar (pero aún recuerda). La escalera hacia unas alturas que se ensombrecen, el cuerpo comprimido de Connery en la parte baja de las escaleras, del encuadre, la opresión de la tupida grisura de la iluminación que parece no respirar, como la sensación de una inmovilidad, la de unos anhelos que se difuminan en la oscura distancia de las alturas, comprimida en la mirada de Connery, en el gesto de sus brazos, como quien se ha resignado a ser autómata de sentimientos a ras de suelo. O el desenfoque del fondo, la falta de profundidad de campo, que parece corresponderse con la mirada abstraida, también emborronada de Hudson, un alfiler de pesadumbre, de extravío en un mundo ininteligible, de coordenadas difusas.
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