Joan Bennet, la mujer del cuadro con dos colores de pelo

Hay un antes y un después en la carrera de Joan Bennett tras que cambiará su pelo de rubio a moreno en 1938. Su carrera se impulsó sobremanera con esta transformación, y a partir de entonces es cuando podemos encontrar sus mejores papeles y películas (antes su papel más popular fue el de Amy en Mujercitas (1933) de George Cukor) . Especial mención merece su colaboración con Fritz Lang en 'Hombre atrapado' (1941), 'La mujer del cuadro' (1944), 'Perversidad' (1945) y, en menor medida, 'Secreto tras la puerta' (1948), o con Max Ophuls en la inmensa 'Almas desnudas' (1949). Hay que reseñar también 'La mujer en la playa' (1945) de Jean Renoir, 'Margen de error' (1943) de Otto Preminger, 'Nob Hill' (1945) de Henry Hathaway, 'El padre de la novia' (1950) y su continuación, 'El padre es abuelo' (1951) ambas de Vincente Minelli o la extraordinaria 'Siempre hay un mañana' (1956) de Douglas Sirk.