Otro singular dueto: Steve McQueen ríe con Miles Davis. Quizás le estaba planteando escribir un tema de título 'To be cool or not to be'. Mcqueen se convirtió en los 60 en el prototipo de lo 'cool'. Un estilo interpretativo que hacía del menos es más (a veces sugería que ciertas frases la dijera otro personaje, y él expresarlo con su expresión). Actores como Yul Brinner no veían con buenos ojos su capacidad de llamar la atención en el plano con un pequeño gesto o detalle no contemplado en el guión (En 'Los siete magníficos', en la secuencia inicial, su gesto de agitar en su oido los cartuchos antes de bajar de la carreta ambos). Es conocida su afición a las motos y los coches ( no puedo decir que la comparta, pero, impepinablemente, cada uno tiene sus gustos). Si esto derivó en una autocomplaciente y poco afortunada obra de nombre '24 horas de Le mans' también es cierto que su sugerencia de incluir el pasaje de su personaje con su moto en la magnífica y exultante 'La gran evasión' fue una más que afortunada idea. Si en otros casos las ínfulas de los actores por requerir más presencia de sus personajes desequilibra las obras, se puede decir que sus protestas, en este caso, incluso con la amenaza de abandonar el proyecto, con las que tuvo que lidiar John Sturges derivó en un buen resultado (en una obra con tantos personajes, y no carentes de interés, su personaje destaca sobremanera). Graciosos, por otra parte es que interpretar al protagonista de 'El caso de Thomas Crown', supusiera un reto para alguien que llevar chaqueta o corbata era como ponerse un traje espacial. Aun breve, su carrera dispone de excelentes o notables y sugerentes títulos, con Peckinpah, Sturges, Hathaway, Mulligan o Wise ( en la no suficientemente reconocida 'El yantsé en llamas'. Me permito una selección de sus obras más destacadas como homenaje a un actor con una chispa especial que lograba emborronar casi a quien compartiera pantalla con él ; aunque no hay que dejar de reseñar que no ocurrió, como en la misma trama del film, con Edward G Robinson en 'El rey del juego' (una obra interesante que quizá hubiera volado a más altura si la hubiera dirigido el previsto Peckinpah, pero que se beneficia de un impecable reparto).
'La gran evasión' (1963) de John Sturges
'El yantse en llamas' (1966), de Robert Wise
'La huida' (1972), de Sam Peckinpah
'Junior Bonner' (1972) de Sam Peckinpah
'Comando' (1962) de Don Siegel
'Nevada Smith' (1966), de Henry Hathaway
'Amors con un extraño' (1963), de Robert Mulligan
'Los siete magníficos' (1961), de John Sturges
'Bullit' (1968), de Peter Yates
'El rey del juego' (1965), de Norman Jewison
No hay comentarios:
Publicar un comentario