Robert Bresson da unas instrucciones a Francois Leterrier y Charles Le Clainche durante el rodaje de 'Un condenado a muerte ha escapado' (1956). La vida puede estar condicionada por voluntades ajenas, como por un incierto destino trascendente, o quizás ser aleatoria, pero la voluntad firme es la única que puede desafiar a los límites impuestos.
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