Steve McQueen, cuando visitó el establecimiento 'Five and dime' en Bay city, Texas, durante el rodaje de 'La última tentativa' (Baby, rain must fall, 1965), de Robert Mulligan, decidió subirse al caballito mecánico y darse una cabalgada, para disfrute de una clienta que pasaba por allí. Tras acabar su vibrante galope, McQueen declaró que nunca podría confiar en un caballo.
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