William Wellman, Barbara Stanwyck y Joel McCrea riendo jubilosamente en una pausa de rodaje de la excelente 'Una gran señora' (1942). El sombrío retrato de un potentado, un pionero para más señas, que levanta un imperio de la nada, narrado a través de flashbacks desde el punto de vista de su esposa, a partir del momento en que van a edificar en su honor una estatua. Una de esas obras 'invisibles' no suficientemente reconocidas ensombrecidas por otras 'demasiado visibles' que transitan vecinos senderos, como 'Ciudadano Kane' (1941), de Welles. Particularmente, prefiero la primera.
No es facil seleccionar cinco preferencias en la obra de Wellman, porque tiene un buen número de obras excelentes entre las que es dificil elegir, y más si unas están más lejanas en la memoria que otras. Ahora serían: 'Cielo amarillo' (1948), 'También somos seres humanos' (1945), 'Incidente en Ox-Bow' (1943), 'Una gran señora' (1942), y ya para la quinta me costaría elegir entre 'The track of the cat' (1954), 'La reina de Nueva York' (1937), 'Beau Geste' (1939) o 'Más allá del Missouri' (1951).
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