Translate

jueves, 12 de agosto de 2010

Ann Baxter, al filo de las emociones

Photobucket
En 1961, Anne Baxter decidió abandonar Hollywood y retirarse por unos años en un aislado rancho en parajes australianos. La anécdota puede tener su gracia si uno se imagina a su personaje más popular o recordado, el de la arribista Eva en 'Eva al desnudo' (1950) de Joseph L Manckiewicz, optando por dedicar su vida a cuidar vacas. Y es que Anne Baxter logró hacer de su sonrisa veneno, y de sus civilizadas maneras de manipular o pisotear a quien le rodeaba para conseguir su propósito la encarnación de una jauría más peligrosa que aquellos a los que se enfrente el personaje de Anne Baxter en el memorable western 'Cielo amarillo' (1948), de William Wellman (sólo hace falta recordar cómo resiste firme las miradas de estos forajidos perdidos que llegan a ese pueblo fantasma y se encuentran con una mujer portando un fusil cual aparición fantástica; o la buena tunda que es capaz de darle al personaje de Gregory Peck). Anne Baxter también demostró su talento en 'El filo de la navaja' (1946), de Edmund Goulding, que le reportó un Oscar a la mejor actriz secundario, en un personaje que se precipita en una desesperada caída libre tras perder la vida hombre que ama. O en su esforzada sonrisa en los planos finales de la portentosa 'El cuarto mandamiento', cuando intenta camuflar el dolor ante el hombre que amó pero que destrozó cualquier posibilidad de que su amor fructificará por empecinarse en destruir el renacimiento del amor de su madre con el padre del personaje de Baxter. Del mismo modo, que logra con sutileza, hacer palpable el amor pasado que compartió con el personaje de Montgomery Clift en la admirable 'Yo confieso' (1953),de Alfred Hitchcock, o las turbulencias y dudas del personaje que encarna en 'La gardenia azul' (1953), de Fritz Lang, también al borde del abismo. Y, de nuevo, un personaje oscilante entre la fuerza manifiesta, su temperamento decidido, y las fragilidades insinuadas, un amor no realizado, interpreta en la irregular pero muy estimulante 'Cimarrón' (1960), de Anthony Mann.

No hay comentarios:

Publicar un comentario