En el imaginario cinéfilo, a veces tan dado a los encasillamientos, como las mismas productoras con los interpretes, Gingers Rogers siempre ha parecido 'condenada' a ser recordada especialmente como la pareja de baile de Fred Astaires en la alrededor de media docena de films que protagonizaron juntos en la década de los 30. Pero demostró en otras obras sus cualidades tanto para el drama como para la comedia. Una obra ejemplar que aúna ambas es la magnífica 'Erase una luna de miel' (1941), de Leo McCarey, junto a Cary Grant, con quien se reencontraría en la extraordinaria comedia 'Me siento rejuvenecer' (1952), de Howard Hawks. Entre el drama y la comedia también oscilaba una de las primeras obras conlas que intentó desembarazarse de su encasillamiento al musical, la excelente 'Damas del teatro' (1937), de Gregory La Cava. Entre los dramas que protagonizó habría que destacar 'Te volveré a ver' (1944), de William Dieterle y 'Compañero de mi vida' (1943), de Edward Dmytryk, y por uno ganó el Oscar, en 'Kitty Foyle' (1941), de Sam Wood. Entre las comedias merece resaltar la olvidada 'Tom, Dick y Harry' (1941), de Garson Kanin y 'La chica de la quinta avenida' (1939),de Gregory La Cava.
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