Nicholas Ray y James Dean, director y protagonista de la esplendida 'Rebelde sin causa' (1955). Ray realizó un exhaustivo trabajo de documentación sobre jóvenes delincuentes: 'Todas esas experiencias iban a confirmar la exactitud que había tomado desde el principio. Al oír hablar a esos adolescentes de su vida y conducta, dos cosas eran constantes. Sus actos eran terriblemente inútiles, como aquel chico de dieciséis años que lanzó su coche contra un grupo de niños 'sólo en broma'. Lo que experimentaban cuando se les preguntaba por su familia no era más que una impresión de soledad y de amargura. Todos contaban historias similares. padres divorciados, padres que no sabían guiarles ni comprenderles, que les eran indiferentes o a los que criticaban, padres que necesitaban de un chivo expiatorio en la familia'.
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