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domingo, 14 de marzo de 2010

Los hombres que miran fijamente a las cabras

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Hay películas que aunque no estén plenamente logradas, o se queden a medio camino entre pretensiones y resultados, promueven a la simpatía, como es mi caso con 'Los hombres que miran fijamente a las cabras' (2009), de Grant Heslov. Quizás sea porque soy especialmente receptivo, o proclive, al humor absurdo, excéntrico, pero esta propuesta singular, o disparatada, resulta un bienvenido disfrute. Esta fábula irreverente sobre las letrinas de las ínfulas de superpotencia de los poderes, manifiestos y en las sombras, del gobierno norteamericano ( y en concreto, el militar), es verdad que tiene sus mejores bazas en su guión y en un esplendido cuarteto protagonista. Grant Heslov, hasta ahora guionista, sirve o delinea con discreción, aunque con cierta eficacia, esta trama filtrada a través de la mirada, y reflexiones, de un periodista (Ewan McGreor) en coma emocional ( acaba de ser abandonado por su esposa, y se siente 'nada') que entra en contacto, casualmente, con la supuesta existencia de un grupo militar con poderes psiquicos, una especie de 'jedis' (la broma es evidente con respecto al personaje que McGregor interpretó en la anodina última trilogía de la saga galáctica) que intentan aplicar el bien, instigados por ese cartoon hecho hombre que encarna Jeff Bridges, guru de ascendencia hippies, y en concreto a través de la figura, cual espectro errante, de Lynn (George Clooney). Un accidentado viaje juntos por el desierto, en pos de una incierta misión, se combina con el relato en flashbacks de cómo se gestó tan singular grupo de melenudos sonrientes con poderes psíquicos, y cómo entró en desgracia y fue desarticulado. Hay afortunados gags, o montajes sintéticos que condensan las disparatadas pruebas y experimentos, y sus funestas consecuencias, en los que matar una cabra con el poder mental se convierte en un trauma. Heslov juega con habilidad con una incertidumbre de si los relatos son puro delirio o son reales, y entreverado, la desazonadora sensación de que los que regían el país y se creían los superhéroes dela tierra estaban como cabras o no eran más que mezquinos titiriteros ( como el personaje que compone brillantemente Kevin Spacey). Eso sí, hubiera sido necesario quizá un cineasta con más ingenio, o sentido del riesgo, y no tan discreto y aplicado. Por ejemplo, el mismo Clooney, como demostró en su opera prima, y mejor obra, no lejana en intenciones y tono, ' Confesiones de una mente peligrosa' (2002), con un notable guión de Charlie Kaufman ( por cierto que superior a las obras que con guión de Kaufman realizó el sobrevalorado Spike Jonze, tan discreto como Heslov, y que ha refrendado sus carencias con la letárgica 'Donde viven los monstruos'). O, los mismos hermanos Coen, con los que Clooney colaboró en otro proyecto, en forma de dislocada sátira cercana a ésta, la estupenda 'Quemar después de leer'. O, por seguir los enlaces, el David O Russell de 'Tres reyes' (1999), de nuevo, con George Clooney (hay que apreciar el ánimo crítico de las obras que produce, estén más o menos logradas). Pero aún así, en tiempos donde lo original casi brilla por su ausencia, se agradecen propuestas como esta que sabe aunar el irreverente espíritu crítico y una melancolía que desvela un cierto sentimiento de orfandad en una sociedad regida por 'jedis' sin sustancia y con mucha prepotencia que intentan aturdirnos mirándonos fijamente como si fuéramos unas cabras.

Grant Heslov, primero actor, coescribió y coprodujo 'Buenas noches y buena suerte' (2007), la segunda obra de George Clooney, y produjo su tercera obra, la discreta 'Ella es el partido'. Y co-produjo la divertida, y subvalorada, 'Crueldad intolerable' (2002) de los hermanos Coen.

1 comentario:

  1. impresionante comentario, estoy totalmente de acuedo contigo, además de estar gratamente sorprendida de haber encontrado alguna buena crítica sobre ésta película...como me dijo una vez un gran escritor y profesor de literatura: "el buen cine y la buena literatura está destinado siempre a las minorías, porque solo unos pocos sabrán entenderlas y valorarlas de verdad"
    un saludo!

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