Robert Ryan. El rostro de la integridad apalizada

Robert Ryan en una imponente imagen publicitaria de 'Nadie puede vencerme' (The setup, 1949), una de las mejores obras de Robert Wise, cuyo metraje se corresponde con la duración de la acción relatada. El preciso y corrosivo guión de Art Cohn adapta un poema narrativo de Joseph Moncure March. Y extraordinaria es la dirección fotográfica de Milton Krasner, con unas sombras que parece que pesan como las que se debaten en la mirada de Ryan (emblema de la integridad 'apalizada'), en una de sus más poderosas interpretaciones. La obra también es descarnado reflejo de las agitaciones que se debatían en un país convertido en 'ring' por los conflictos irresueltos en los años de la posguerra, entre corrientes progresistas y las más conservadores, que culminaron en la desgraciada Caza de brujas que excusándose en la persecución de comunistas buscaba anular y eliminar toda conciencia crítica al sistema.