En rodaje: Gene Kelly y Stanley Donen. Cantando bajo la lluvia o La danza del júbilo

(Singing in the rain, 1952). Si uno se pone a pensar en qué momento cinematográfico ha logrado expresar de modo más exultante el júbilo, la alegría, y 'la gloria de sentirse feliz', sin duda el primero que viene a la mente es el número musical que da nombre a 'Cantando bajo la lluvia' (1952), de Stanley Donen y Gene Kelly. Algo más de cuatro minutos que se transforman en un 'vuelo' de celebración y entusiasmo. Desde que empieza a caminar, tarareando la melodía, y se detiene, para cerrar el paraguas y sentir la lluvia sobre su rostro, hasta que chapotea en el charco como un niño enfebrecido de vitalidad, y se percata de que un policía le está mirando perplejo y reprobador, y se aleja de nuevo tarareando la melodía, embargado de contento, sus pasos de baile y su voz, ambos entregados a ese arrobo de júbilo, son un hechizo de vivacidad y sonrisa pletórica. Uno siente que se encarama con él a la farola como si se elevara hasta el cielo encapotado, haciendo de la lluvia sonrisa en su rostro.