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martes, 7 de agosto de 2012

Gunnar Bjorstrand, el tercer rostro (al desnudo)

Photobucket Gunnar Bjosrtrand no aparecía mucho en 'Fresas salvajes' (1957), de Ingmar Bergman, pero lo suficiente para dar muestras de su soberano talento interpretando a dos personajes en uno, porque en su Evald Borg se puede apreciar lo que fue en el pasado (fantasma entre el pasado y futuro), o en lo que se convirtió, con su edad, su padre, el protagonista, el profesor Borg. Bjornstand no adquirió la notoriedad que otros interpretes habituales en el cine de Bergman, como los también inmensos Max Von Sydow y Erland Josephson ( de entrada, porque a diferencia de estos no trabajó en producciones internacionales). Pero ¿Hay interpretación más sobrecogedora, que siembra la memoria emocional como una sulfurante huella, que la suya como el parroco de 'Los comulgantes' (1963)? Particularmente, recuerdo pocas que tanto me hayan 'sacudido', impresionado, como su interpretación ( o lo que es lo mismo, los forcejeos de una máscara que pugna porque su firmeza no se v ea descascarillada por los temblores de sus dudas e interrogantes, de sus desesperación e impotencia). Bjornstrand trabajó en 180 películas. Con Bergman comenzó a colaborar, como secundario, en 1946, en 'Llueve sobre nuestro amor', comenzando a interpretar personajes de más entidad en uno de los tres episodios, el del ascensor detenido, en 'Tres mujeres' (1953).Su primer protagonista fue en 'Lección de amor' (1954), pero más notoriedad alcanzó con el abogado de 'Sueños de una noche de verano' (1955), o con el escudero del caballero que juega al ajedrez con la muerte en 'El séptimo sello' (1957). Otros ejemplos de su asombrosa versatilidad, capaz de crear personajes rígidos, autoritarios e inflexbiles, como frágiles y vacilantes (en numerosas ocasiones en el mismo personaje, fisuras en la roca), Fueron el 'racionalista' ministro de salud, inquietante contrapunto del mago en 'El rostro' (1958), el padre distante en 'Como en un espejo' (1961) o el coronel desesperadamente enamorado del personaje de Liv Ullman en 'La verguenza', o como Mr. Vogler en 'Persona' (1966). También intervino en alguna de la obras que menos me convencen de Bergman, 'El rito' (1969), 'Cara a cara al desnudo' (1976) o Sonata de otoño' (1978), y tuvo una breve intervención, más bien testimonial, en 'Fanny y Alexander' (1983), casi un homenaje. Sería su anteúltima interpretación. Cerraría su carerra con una miniserie, "Farmor och vår herre" de Bernt Callenbo

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