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miércoles, 14 de abril de 2010
El protegido
¿Cuál es nuestra 'misión', para qué estamos en esta vida?...Esta pregunta la plantea Eliah (Samuel L. Jackson) en la última secuencia de 'El protegido' (Unbreakable, 2002)...Y es la pregunta que alienta la 'sonámbula' respiración de esta prodigiosa obra...una pregunta que en algún momentos nos hemos hecho, cuando el desamparo nos domina en la perspectiva incierta de la vida,... Esa desgarradura de la intemperie late en sus pausadas imágenes, como envueltas en una narcótica nube, como el mismo apático talante del protagonista, David (Bruce Willis)...él también se ha hecho esa pregunta...No hay dia que no se levante con una poderosa sensación de tristeza, casi convirtiéndolo en una doliente sombra errante...
David se siente incompleto, vive en los márgenes de la realidad, no logró sus sueños de realizarse como deportista (sacrificó su prometedor futuRo por el amor a su esposa, que no soportaba la violencia de ese deporte, donde tienes licencia para hacer daño a otros, como en un momento confesará ella), y, paradójicamente, su dedicación es la de guarda de seguridad en un estadio, donde contempla aquello que no ha podido ser...es un espectro en vida (como delata esa poderosa imagen de él embutido en su chubasquero con capucha, a contraluz y de espaldas, contemplando el campo de juego)...Incluso su relación con su esposa, Audrey (la excelente Robin Wright Penn) se ha resentido ( en un momento dado ella le preguntará si ha tenido alguna relación con otra mujer, y él le dice que no...su aparente desinterés hacia ella no es sino reflejo de su apático desinterés por todo, Ya sólo dejándose llevar por la inercia en vida)...
Pero un día sobrevive a un accidente ferriovario, de hecho es el único superviviente, y además ha quedado completamente ileso, ¿cómo puede ser eso posible?...y cuando un extravagante personaje, Eliah, se lo señala, para su perpleja suspicacia, asociándolo con los superheroes de los comics, empieza a plantearse si alguna vez ha sufrido alguna enfermedad o lesión... y no, nunca ha sido así, e incluso se pregunta, él que se siente 'nada' (como remarca siempre a su hijo, que él no es nadie especial) si no dispondrá de un don, de un superpoder que le hace alguien único, fuera de lo corriente ( lo opuesto a cómo él se siente, nada, un ser 'marginal', sin ninguna relevancia)...
Una de las grandes virtudes del cine M Night Shylaman, que ha forjado algunas cumbres del último cine fantástico, es su depurado trabajo de puesta en escena, donde cada plano, elemento, composición, personaje y situación tienen su justo significado, y en afinada interrelación unos con otros, nada está puesto al azar...y, además, ese único y excepcional trabajo sobre la duración de planos y secuencias, algo inusitado en el cine hoy...un ritmo lento, contemplativo, de planos de larga duración (algo que recupera una virtud del pretérito cine clásico, como de cierto cine oriental, por ejemplo, Ozu, y en lo que puede influir su ascendencia hindú)...una pausada duración que hace que la percepción sea más aguda, más física...En 'El protegido' se repiten imágenes que aluden a la 'inversión' (la vida del revés, la inversión de las perspectivas, el ángulo vital desajustado) como el plano de la niña que la mira boca abajo en la secuencia inicial en el trén; el hijo mirando del mismo modo la tele, justo cuando informan del accidente del tren; Eliah, de niño, observando su primer comic, que reajusta su vida, porque le da un sentido a partir de entonces; Eliah corroborando, al caer en las escaleras, que, efectivamente, la impresión (sospecha, intuición) de David en el estadio de que aquel hombre llevaba escondida una pistola con culata de márfil era cierta...
Hay una composición de plano que es también recurrente, ya manifiesta en la secuencia del tren, donde se encuadra a David a través de los asientos...esa sensación de espacio comprimido, angostado, de tunel en el que se está prisionero...composición que se 'replica' en el citado plano en el estadio de su figura a contraluz, o en su conversación con Eliah en el estadio, cuando le plantea que quiza tenga algún 'don', un poder empático que le haga percibir las energias negativas en los demás; Eliah entre los estantes del video club cuando cree que David se muestra remiso a creerle; David en el oscuro pasillo de su hogar, cuando recibe la llamada de Eliah, diciéndole que el agua es su 'kriptonita', su punto débil como todo superheroe tiene...
O Eliah encuadrado ante las escaleras que debe bajar si quiere corroborar que aquei hombre llevaba la pistola que 'sentía' David, y que puede suponer un riesgo de caida y que se quiebre sus frágiles huesos (por eso piensa que es el opuesto de David, por su enfermedad de los huesos, que ya le ha supuesto 52 fracturas); incluso la cena de David y Audrey, en su 'primera cita de reinicio de relación' en el restaurante, en ese lento travelling de acercamiento desde el plano general, flanqueados por figuras oscurecidas de otros comensales, hasta que el encuadre sólo se centra en ellos...
Al fin y al cabo, su acercamiento es una oportunidad tanto de que su relación reviva, como de que el propio David resucite su voluntad, su espiritu vital, alguien de nuevo presente en el mundo (añádase los cálidos colores de esta escena, contrapuestos a los gélidos que dominan el film)...y por fin, cuando ya está convencido de que quizá tenga ese don, y acude a un espacio público ( sale al exterior, afirmandose en lo que es), la estación, David, de hecho, sale de un tunel...
Y los reflejos, los espejos, la fragil condición de los reflejos, de las pantallas de nuestra propia imagen: la primera secuencia en la que se relata el nacimiento de Eliah, cuando se desubre que ha nacido con brazos y piernas fracturados, está planificada a través del reflejo en un espejo del cuarto;La larga conversación entre Eliah, ya niño, con su madre, cuando esta intenta convencerle que no se 'encierre' porque los demás se burlen de él, y tema otro accidente en el que se rompa algo, está planificada a través de un largo plano sobre la imagen en el telévisor apagado...
La transición desde el ojo de Eliah al símbolo de la empresa de terapias, 'care one', donde trabaja la esposa de David...otros están más integrados, como espejos, en otros detalles, como el hecho de que la mujer que David conoce en el viaje inicial en el tren sea agente de deportistas (un reflejo de su fracaso vital, a lo que se añade que intenta coquetear infructuosamente con ella; revelador detalle: Al ver que se sienta a su lado, David se quita el anillo de casado; ya nos está señalando que algo no va bien en su matrimonio; después, en el primer encuentro entre la pareja, tras el accidente, el hijo une sus manos, y ellos, sin que el hijo lo vea, las separan inmediatamente)...
U otras réplicas de planificación: Tras la elipsis del accidente, vemos encuadrado al fondo a David, que recupera la consciencia, y es preguntado por el médico si ha tenido alguna dolencia antes en su vida, perplejo de que esté ileso cuando todos los pasajeros han muerto, mientras en primer plano, desenfocado, vemos cómo operan al único superviviente junto a él, y que tiene pocas posibilidades de salvarse...En otro momento, en el parque, el hijo intenta convencerle de que juegue con los otros chicos, dirigidos por un jugador profesional, los cuales apreciamos en primer plano, también desenfocados (esto es. aquello que él no ha sido, aquello que le ha frustrado, aquello que le ha convertido en un muerto en vida, resentido: ¿no podria representar el accidente un deseo oculto de su frustración, apuntalado por lo que representa aquella agente de deportistas, a la que no logra siquiere ni seducir?)...
Su acto de 'superheroe', el salvar la familia que ha visto 'asaltado' su hogar por un hombre que simplemente dice, 'me gusta su casa', irrumpiendo con violencia, ¿no supone restaurar su propio hogar, su propia vida? ¿no es elocuente ese plano en el que cae sobre la lona de la piscina, y es engullido por ella, como si cruzara el umbral de su propia herida?...Su misión en la vida quizá sea esa, ayudar a los demás...no preocuparse de su resentida imagen en el espejo...encontrar la fuerza en su propia condición de hombre que sabe entregarse a los demás, esa es su excepcionalidad...saber vivir en los márgenes, consciente de la propia vulnerabilidad, despoja de la fragilidad de las vanidades
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