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martes, 16 de febrero de 2010

La carretera

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Si alguien ya conocía la anterior obra del cineasta australiano John Hillcoat, ese extraño y alucinado western que era 'The proposition', no se sorprenderá ante una propuesta tan poco convencional como 'La carretera'. Aunque la interrogante es si pudiera haber sido incluso más radical, o si apura hasta el fondo su muy sugerente propuesta. Bien es cierto que esta pausada y sombría odisea postapocaliptica nada, afortunadamente, tiene que ver con pirotecnias como '2012', ni acaba derivando en los senderos más convencionales como 'Soy leyenda'. No cae en la fácil tentación de convertir el tercer acto en una espectacular montaña rusa de acción trepidante (esa cómoda opción en la que cae 'Avatar'). No es complaciente, ni cae en lo formulario. Dosifica las secuencias tensas, resueltas con turbadora habilidad, como los enfrentamientos con esas figuras amenazantes de grupos armados en busca de carne humana para alimentarse. De hecho, estos estos tienen lugar en su primer tramo,y rehuye la catarsis del enfrentamiento directo. Sirven para cargar la narración de amenaza, pero los encuentros, en cambio, que se van produciendo en el último tramo son con figuras tan desamparadas como el padre e hijo protagonistas. Hilcoat va desnudando, o despojando, la narración, convirtiéndolo en un tránsito en la intemperie. En este sentido, uno de sus más sobresalientes cualidades, es cómo 'materializa' en personaje, o en tercer personaje principal, al espacio, ese escenario desolado, arrasado, potenciado por el excepcional trabajo fotográfico de Javier Aguirresarobe, uno de los más brillantes ofrecidos en los últimos años, ya no sólo en su confección caligráfica, sino en su pertinencia en la creación de una atmósfera de zozobra y en su raspante significación. Acorde a la intemperie vital interior de los protagonistas, en especial, del padre, encarnado, magníficamente, por Viggo Mortensen. A este respecto, eficaces son los injertos de breves frlashbacks del pasado, como contraste doliente cuando reflejan instantes solares de la feliz relación con su fallecida esposa. La modulación es precisa, pausada, pero, mi impresión, como podía pasar con 'Hijos de los hombres' de Alfonso Cuaron, es que quizás no le falte cruzar cierto umbral de lo extremo, lo que sí consiguió en 'The proposition'. No es que debería convertirse en el 'Stalker' de Tarkovski, pero al menos aproximarse más, sobre todo en su último tramo. O,si planteamos el contraste con otra adaptación de Cormac McCarthy, lo que sí consiguieron los hermanos Coen en su excepcional último tramo de 'No es pais para viejos'. Estimulante y notable es su propuesta, pero cuando uno se lanza sin red quizás haya que hacerlo hasta sus últimas consecuencias.
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Otra de las más destacadas virtudes de 'La carretera' (2009), es la música de Nick Cave y Warren Ellis, tan brillante como la que compusieron para 'El asesinato de Jesse James', y el hecho de que esté en una especie de segundo plano sin apropiarse de la banda sonido. Cave, por cierto, fue el guionista de su anterior obra 'The proposition'. Tampoco hay que dejar de mencionar la presencia de Robert Duvall como otra sombra errante en este escenario desolado, condicionado además por su casi ceguera. Y Charlize Theron como la esposa.

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