No están todos los que son, pero están todos los que son. Entre lo que he visto de lo que se estrenó el año pasado, estas son las obras que más he admirado, o más me han conmocionado, cautivado, sorprendido. Algunas te hacen sentir que aún es posible explorar territorios desconocidos. Otras quizá no sean obras plenas, pero en lo imperfecto también hay brotes de belleza, fulgores de ingenio, intensidades que te hacen expandirte. Y lo fundamental, al fin y al cabo, más allá de valoraciones, es la experiencia en sí que te reportan. Por eso, más que considerarlas las mejores, son mis preferencias, mis afinidades electivas.
-Two lovers, de James Gray
-Un tipo serio, de los Hermanos Coen
-La red social, de David Fincher
-Air doll, de Hirozaku Kore-eda
-La chica del tren, de André Techiné
-I'm not there, de Todd Haynes
-Villa Amalia, de Benoit Jacquot
-Un profeta, de Jacques Audiard
-Poesía, de Lee Chang Dong
-Shutter island, de Martin Scorsese
-Uncle Boonme cuenta sus vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul
-En tierra hostil, de Kathryn Bigelow
-Fantástico Sr. Fox, de Wes Anderson
-Toy story 3, de Lee Unkrich
-Invictus, de Clint Eastwood
-La cinta blanca, de Michael Haneke
-Mi refugio, de Francois Ozon
-Origen, de Christopher Nolan
-Alicia en el país de las maravillas, de Tim Burton
-El americano, de Anton Corbijn
-The town, de Ben Affleck
-Los amos de Brooklyn, de Antoine Facqua
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