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lunes, 24 de enero de 2011
El sueño de Casandra
Sendos planos de un balandro, aunque desde distinto ángulo, abren y cierran 'El sueño de Casandra' (2007), de Woody Allen...En el de apertura la luz domina el encuadre, y es un plano más cercano, mientras que en el de clausura, la luz está tamizada por las nubes, y el plano general empequeñece el balandro fondeado en puerto, además de dilatarse como rúbrica de una fatalidad...¿anunciada o propiciada?...El nombre del balandro es, precisamente, El 'sueño de Casandra', bautizado así por Terry (Colin Farrell) cuando lo adquirió, junto a su hermano Ian (Ewan McGregor), porque era el nombre del galgo al que había apostado, y cuya victoria propició consiguiera el dinero para invertirlo en este 'sueño'...El barco representa, o corporeiza, ese sueño o ilusión de 'zarpar' y dejar atrás las amarras que impiden que ambos hermanos superen su vida 'retenida', o frustrada...
Terry es mecánico de coches en un garaje, y es un compulsivo apostador, sea en carrera de galgos o partidas de poker, tentando al azar ya que cree que existen las 'rachas' y hay que aprovecharlas...Ian ayuda a su padre en el restaurante del que éste es propietario, mientras busca su rumbo propio con inversiones en hoteles de California...Uno siente que no se ´mueve', sólo arregla aquello que sí se desplaza (los coches), el otro está harto de esa ancla que supone la familia, y en concreto,el negocio familiar que le quiere traspasar su padre, y aspira a crear su propio hogar bien lejos (California)...Claro que el azar ( o cómo se quiera llamar, ahí surge una primera interrogante) les tienta encarnado en la admirada y envidiada figura de su adinerado tio Howard (Tom Wilkinson), modelo para su madre de quien se ha sabido crear su propio camino partiendo de la nada hasta convertirse en uno de los privilegiados que posee todo lo que desea...Howard representa el amplio mundo ahí 'afuera' (allende los mares), ya que vive entre Estados Unidos y China, y pasará sus vacaciones en Thailandia...
Pero no es oro todo lo que reluce, o quizás, más bien, el oro que reluce oculta la podredumbre...O cómo el enriquecerse hoy en día pasa casi inevitablemente por la corrupción, la doblez, el interesado intercambio y el avieso cálculo... Tejemanejes varios, sin escrupulo alguno, que un día pueden quedar expuestos a la luz pública...Y eso es lo que Howard ahora teme que pase, por la intervención de una 'mosca cojonera' de nombre Martin (Phil Davis)...Cuando los sobrinos, todo ilusionados, pensando que Howard puede constituirse en su trampolin al paraiso, le piden que les ayude a cubrir sus deudas o financiarles sus proyectos, se encuentran con la propuesta de uno de esos 'interesados intercambios'...Oh, sorpresa, no es un desinteresado filántropo, ni aunque sean de su familia...Es irónico que la conversación tenga lugar en un espacio 'natural', en un parque, con largas ramas que caen sobre ellos, detalle ya señala la doblez de esta capciosa mefistofélica figura, y la de su propuesta, que no es otra que la de pedir a sus sobrinos que 'eliminen' a ese personaje 'molesto', matándole...
Una acción 'drastica' que implica cruzar un umbral, como señala repetidamente Terry...Quien, precisamente, es quien no logrará afrontar el haber realizado tal acto, un 'peaje' demasiado doloroso para lograr materializar los sueños...¿Es, entonces, el azar o destino, o los propios fantasmas los que les precipitan en un desenlace fatal? ¿Estaba anunciado o es más bien propiciado? ¿Qué vaticinaba, cual Casandra, sin saber escucharlo, su fatal fúturo? ¿O son las voluntades, las cuáles empecinadas en materializar sus sueños, de la manera más rápida y cómo sea, las que lo propician?...Recordemos las primeras imágenes de 'Match point' con aquella reflexión sobre esa bola que da en la red, y que no sabes si pasará al otro campo o se quedará en el tuyo, lo que determinará que ganes o pierdas...
También en aquel caso, el protagonista, Chris (Jonathan Rhys Meyer), cruza ese 'umbral' del crimen para conseguir materializar sus sueños...arribistas...Hay piezas que se deben sacrificar para conseguir la posición alcanzada...También, en aquel caso, se enfrenta a la 'nausea' del acto a realizar, o ya realizado...Mordaz era ese plano final que le aislaba de la felicidad de la familia de su esposa, los cuáles quedaban fuera de campo, con una expresión que delata el peso que deberá sobrellevar siempre...En 'El sueño de Casandra' está 'nausea' se intensificará en el caso de Terry, como un lastre que incluso domina, y agarrota, sus sueños, una espada de Damocles de la que no se puede desprender...Chris asumía llevar esa carga en su conciencia, Terry no puede con ella...Si Chris, para crearse una imagen de 'cultivado', leía 'Crimen y castigo de Dostoyevski'...a la vez que un libro que lo explicaba (uno de los mejores planos y corrosivos apuntes de la película), Terry parece salido de una de sus páginas, corporeizando en sí la tensión entre crimen y castigo...Elocuente es la forma con la que Allen visualiza sus primeros éxitos en las apuestas...En dos ocasiones, le vemos perder, tanto con las carreras de galgo como en una partida de poker, y solicitando un prestamo para seguir apostando...En ambos casos se realiza una elipsis, tras las que vemos comunicando el exíto de sus apuestas a su novia y a su hermano, respectivamente...Una forma de resolver esas secuencias que anticipa que el destino de Terry será el de perder, un destino que ya se 'vaticina' truncado...
Y es un ejemplo, por otra parte, de cómo con esta película Allen recupera su más afinado ingenio en las soluciones de puesta de puesta en escena...Desde mi punto de vista, algo que parecía minimizado, o casi ausente, desde 'Desmontando a Harry' (1997), en una serie de obras cuyo interés sobre todo dependía del guión, o actores, con una planificación ante todo funcional, y en algun caso, como en 'Melinda y Melinda' (2003) el juego estructural, al menos, lograba que alzará algo el vuelo...Pero la sensación de 'liviandad', tanto en intenciones como elecciones estéticas, se asentaba demasiado como lastre...Incluso las comedias, más allá de algún apunte ingenioso, 'resonaban' formularias, o como residuos descartados de un repertorio...Hasta que realizó 'Match point'...Claro que también suscitaba una duda...Su construcción era impecable, brillante, cual artefacto en el que todas sus piezas están engrasadamente encajadas...
Pero ¿esa frialdad de tono es la de la mirada distante, implacable, o el reflejo de un mecanismo imponente al que no se ha dotado de la emoción necesaria, en este caso, perturbadora (y como emblema ese plano final citado)?...Si uno evoca 'Delitos y faltas' (1989), una de sus obras mayores, y coincidente en temas o situaciones argumentales y dramáticas, allí la emoción impregnaba densamente los intersticios de las imágenes...Quizás, también, por eso la larga secuencia del asesinato, cargada de tensión, y de esa 'nausea' con la que se debate Chris, es de las más logradas del film, ya que la emoción se hace más palpable...Puede que aquí, en cierta medida, pasará como en alguna otra obra pasada, como 'La rosa púrpura del Cairo' (1985) u 'Otra mujer' (1988), donde las resoluciones expresivas quedaban por debajo de la sugestiva construcción simbólica ( o de sus intenciones), quedando esta más en evidencia, o ante todo, su esqueleto, brillante pero despojado de la suficiente fuerza dramática...Algo que, pienso, ha logrado superar en 'El sueño de Casandra', una obra más 'narrada' que otras anteriores, no tan escénica, o montada acumulando escenas, sino creando un cierto tono con la duración y las transiciones...Sin duda, Allen ha recuperado sus mejores artes como cineasta, armonizando una ferrea dramaturgia, de acido alcance como espejo de nuestros dias, con una carga emocional que ante todo proviene de los más depurados recursos cinematográficos...
Por ejemplo, con el montaje interno, o incisivo uso del espacio, como esa secuencia en la que los hermanos hablan en la terraza de un bar, cuando dirimen sobre cómo realizar el crimen, con sus dudas al respecto, y cuyo fondo son las vias de un tren ( una brillante manera de espacializar sus dilemas, ilusiones y miedos con respecto a sus ansias de 'fuga' de su realidad, en uno sólo plano)...De nuevo, como en 'Match point', las secuencias que narran sus primeros intentos de crimen, y el crimen en sí mismo, son modélicas en cuanto modulacion y juego con el espacio...Con la profundidad de campo en el primer caso : la victima al fondo y acercándose, y los hermanos en primer plano, escondidos; o el uso del travelling que se dsplaza hacia los setos cuando matan a Martin, asociando estos con los arboles del bosque donde les plantéo la propuesta del crimen su tio, e insinuando el 'muro' que no lograrán superar...Y, por otra parte, logran dar más 'carne dramática' a algún personaje secundario, ya que en sus últimas obras parecían supeditados a los protagonistas, siempre en función de estos, y con escasa entidad como personajes en sí mismos...Como ejemplo, el personaje del padre de Ian Y Terry(Peter Benfield)...
Una secuencia es ejemplar, además de cómo está construida (una de las mejores, y más poderosas, ideas de puesta en escena de Allen en tiempo)...Los hijos se dirigen en el coche a realizar el crimen...Allen inserta un plano en el que los padres miran por la ventana, y el padre evoca, con nostalgia, cómo eran sus hijos de niños...Por un lado, el gesto del personaje dice mucho más que sus palabras, se respira ese entre lineas de lo no dicho, y da relieve a este personaje, al que comprendemos, entonces, en su empecinado afán porque su hijo Ian deje de colaborar en su negocio...Hay en ello una no asunción de que sus hijos hayan podido crecer, y una resistencia a que le 'dejen'...Por otro, ese inserto del plano de los padres es un cruel apunte como contraste, porque sus hijos van a realizar su crimen, el acto menos inocente, eso es a lo que han llegado a ser...Por eso los siguientes planos de ambos en el coche están dotados de esa dolorosa carga, de unas hirientes resonancias, como esa luz plomiza que domina los encuadres...Esa luz plomiza, nublada, es la que al fin y al cabo, domina el plano final...'Antes era antes, y ahora es ahora' dice Ian, mientras queman las pistolas con las que han realizado el crimen, y Terry contesta que 'siempre es ahora'...Las llamas se superponen en el encuadre sobre sus rostros...las llamas que quemarán su 'ahora' porque no pudieron superar que hubo un 'antes'...
'El sueño de Casandra' (Cassandra's dream, 2007), me parece una de las grandes obras de Woody Allen, de puesta en escena más elaborada, en la que intenciones y logros están más armonizados. Aunque su obra, en los últimos años, haya podido ser más irregular, aunque pienso que, incluso en sus momentos menos brillantes, siempre estimulante o interesante, demuestra con esta obra que no sólo es un director que sustenta su arte en los diálogos y los actores.
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