Si tuviera que elegir una banda sonora de esta década, la que mas asombro me ha causado, y más hondamente me ha conmocionado, sería de Clint Mansell para 'La fuente de la vida' (2006), de Darren Aronofsky, y en concreto esta prodigiosa composición, de alquímico crescendo, en la que progresivamente se van integrando más instrumentos hasta el éxtasis de la comunión.
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