James Cagney, actor al rojo vivo

El talento sin igual de James Cagney podría definirse con el título de la película en la que creó uno de sus más grandes personajes, la excelente 'Al rojo vivo' (1949). Era una pura dínamo, capaz de crear los más variados matices, incluso en un mismo personaje, desde la crueldad a la vulnerabilidad. No sólo, además, era un gran bailarín. El dominio de la expresión corporal era tal que casi se podía decir que realizaba danza con su tan sutil como enérgica gestualidad. Y en una mirada expresar todo un complejo proceso de emociones. Así como lograr que el ritmo de una película, 'Un, dos, tres' (1961), de Billy Wilder, se acompasara a su febril intensidad. Despuntó con la excelente 'Enemigo público' (1931), de William A Wellman, y quizás su gran cima interpretativa sea la del protagonista de la obra maestra de Raoul Walsh, 'Los rugientes años veinte' (1939). Ganó el Oscar con Yankee doodle dandy (1942), de Michael Curtiz, pero más destacadas son otras obras como la esplendida y sombría '13, Rue Madeleine' (1946), de Henry Hathaway, 'Corazón de hielo' (1950), de Gordon Douglas, 'El precio de la gloria' (1952), de John Ford o 'Busca tu refugio' (1955), de Nicholas Ray.