Mia Kirshner, entre la fascinación y la turbación

Desde la dominatrix de la sugerente 'La verdadera naturaleza del amor' (1993), de Dennys Arcand, a la vampira Lilith de '30 days of night: dark days' (2010), de Ben Ketai, pasando por la bailarina stripper con vestuario de colegiala en un night club en la esplendida 'Exótica' (1994), de Atom Egoyan, Mia Kirshner ha parecido cautiva de su condición de cuerpo tan cautivador como turbador, en el territorio de la sensualidad femenina, de voluntad insurgente y sin lastres, fascinante pero inquietante ( al otro lado del espejo: donde las representaciones, como fantasías, son incitantes en la distancia pero desestabilizadoras en la proximidad porque la voluntad no se subordina al modelo), una presencia atrapada en su icono o representación que parecía destinada a que su cuerpo fuera despedazado, como la mirada que no lograra dominarlo, como su personaje en 'La dalia negra' (2006), de Brian De Palma. Reaparición (paradójica, pues fue para representar a una imagen mutilada) en la pantalla, tras transitar los años anteriores en series como '24' ( intepretando de nuevo a un personaje 'anómalo', una terrorista bisexual) o The 'L word' (en la que ha seguido hasta la 6a temporada en el 2009). Si el trayecto de su personaje ( el que le catapultó al éxito) en 'Exótica', era el de la imagen que representaba para otros a la mujer real tras la proyección, como actriz no parece que lograra desprenderse de ese encasillamiento en un icono de lo 'extraño' o 'diferente'. Esta singular actriz, de ascendencia judía, nacida en Toronto, que también protagonizó, 'Homicidio en primer grado' (1995), de Marc Rocco, una siniestra fábula gótica, 'El cuervo: ciudad de ángeles' (1996), de Tim Pope, o la corrosiva sátira 'Mad city' (1997), de Costa Gavras, se licenció en literatura rusa e Industria del cine en el siglo XX. Es hija de Sheldon Kirshner, escritor y periodista nacido en un campo de concentración alemán y de Ettie, profesora nacida en Bulgaria. Mia ha publicado un libro, 'I live here', financiado por Amnistía internacional, en el que le relatan sus vidas mujeres y niños refugiados de Chechenya, Ciudad Juarez (México) y África. Sin duda la mujer real tras el icono de actriz es aún más apasionante y admirable. Que su último personaje sea una reina vampira de nombre Lilith es de lo más elocuente.