Alain Delon, el perro, Clement y su consagración

René Clement fue quien le propició la gran oportunidad a Alain Delon, que resultaría su consagración, cuando le ofreció el papel protagonista de la esplendida 'A pleno sol' (1959), en la que Delon bordó una de sus mejores interpretaciones, el inquietante 'niño grande' Tom Ripley para el cuál todo medio es válido, incluido el asesinato, para conseguir el fin que ansía, usurpar la posición del privilegiado. Con Clement colaboraría en otras tres ocasiones, ¡Qué alegría vivir! (1961), 'Los felinos' (1964) y '¿Arde, París?' (1966).