Neville Brand, la maldición del villano

A Neville Brand le afectó tanto el quedar encasillado en personajes de villano, torvos, crueles, mezquinos y siniestros, que minó hasta su autoestima, llegando a repetir desquiciado en un programa de televisión, 'Entertainment tonight': 'Soy un perdedor, soy un perdedor'. Hay quien consideraba que era como esos personajes, como Bruce Dern. quien escribió en sus memorias que Brand era el tipo más desagradable con el que se había topado en el negocio del. El segundo era Audie Murphy, que como Brand fue uno de los actores más condecorados durante la segunda guerra mundial (Brand estuvo a punto de morir desangrado por una herida en un brazo; décadas después declararía que combatió casi siempre bien 'colocado' por el alcochol o las drogas). Sí que era un entusiasta lector. Llegó a poseer 30.000 libros, la mayor parte de los cuales ardieron cuando se incendió su hogar en Malibú. Entre sus villanos más notorios, tras debutar en 'Con las horas contadas' (1950), de Rudolph Mate, está Bogardus, el amante del ojo por ojo y rápidos ajusticiamientos en 'Cazador de forajidos' (1957), de Anthony Mann, el sicario de 'El poder invisible' (1952), de Robert Parrish, que mantiene una más que brutal pelea con el personaje de Broderick Crawford, el resentido sargento de 'Sólo el valiente' (1951), de Gordon Douglas, uno de los atracadores de 'El cuarto hombre' (1952), de Phil Karlson, uno de los secuestradores de 'Cautivos del terror' 1958), de Andrew L Stone, o un cowboy aficionado, como el anterior personaje, a dejarse arrebatar por sus instintos y forzar mujeres, en 'El último atardecer (1961), de Robert Aldrich. No tan 'brutos' pero sí ' tipos duros' eran sus personajes del presidiario de 'Motín en el pabellón 11' (1954), de Don Siegel, uno de los más recelosos con respecto al personaje de William Holden en 'Traidor en el infierno' (1953), de Billy Wilder, o uno de los soldados del pelotón comandado por Richard Widmark en 'Situación desesperada' (1951), de Lewis Milestone. Adquirió notoriedad ante todo porque su personaje en 'Love me tender' (1956), de Robert D Webb, mataba al de Elvis Presley, y después interpretando a Al Capone en la serie 'Los intocables (1959-1961), aunque su interpretación propiciaría protestas de la comunidad italiana. Entre tanto personaje 'turbio' o cuando menos 'granítico', que hay que decirlo, borda notablemente, resulta particularmente entrañable el guardián que interpreta en 'El hombre de Alcatraz' (1962), donde la dureza deja asomar vulnerabilidad y fisuras.