Como una estela de humo que se desvanece en una larga carretera en el desierto cuyo fin no se distingue del horizonte, como el indeciso errar de un matojo zarandeado por las ráfagas de un voluble viento. Una exquisita delicadeza melancólica la composición de Elmer Bernstein para una de los más notables obras de Martin Ritt, tallada como un mineral, 'Hud' (1963).
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