Sari Maritza alcanzó una puntual notoriedad por bailar un tango con Charles Chaplin durante la premiere de 'Luces de la ciudad' (1931). Aunque su comportamiento fuera calificado de morboso (una publicidad poco afortunada), fue contratada como actriz en varias producciones británicas de bajo presupuesto. Trabajará en Alemania en 'Montecarlo madness' (1932), antes de hacerlo en Hollywood, para la Paramount, en varias películas que fueron duramente criticadas. Fue encasillada en el papel de mujer 'vamp', incidiendo en publicidad en el hecho de que su madre era austríaca, hecho que no hizo mucha gracia a la actriz, que había vivido casi siempre en Inglaterra, porque no le parecía bien crear esa 'identidad misteriosa' alrededor de ella. Abandonó su carrera en 1934, tras casarse, y reconoció años después que no se consideraba con las adecuadas aptitudes para actriz.
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