El cine de Solaris: 12 Directores de fotografía 2104

viernes, 2 de enero de 2015

12 Directores de fotografía 2104

1.Bruno Delbonnel. A propósito de Llewyn Davis Quería que el espectador sintiera tristeza. A propósito de Llewyn Davis no es acerca del escenario musical folk de New York. Es mucho más profundo que eso. Es acerca de la vida de este hombre. Y es lo que es tan poderoso de esta película, creo. Esa es mi lectura y comprensión de la obra, y las imágenes son mi interpretación visual. La principal idea es que no hubiera luz solar. Era basicamente usar luz ambiente y luz de relleno - muy, muy suave luz. Establecí una medida de contraste que me permitiera trabajar durante el procesado digital. Mucho del azul fue eliminado para crear el sentimiento invernal, frío. Sin embargo, los tonos de la piel se mantuvieron más naturales. Quería también que de algún modo las imágenes fueran turbadoras, por lo que dejamos mucho magenta. Es un color inusual en las películas. A nadie le gusta el magenta. Por encima, colocamos el cian. Y podíamos combinarlos en la medida que no influyera en los tonos de piel.

2. Lukasz Zal y Ryszard Lenczweski. Ida Diseñamos las inusuales composiciones para hacer sentir la incertidumbre al espectador. Confiamos primero en la intuición, entonces derivamos al planteamiento intelectual, pero acabamos retornando a la decisión intuitiva. Fue rodada en el formato 1:33: 1, en color, y después convertida a blanco y negro en el proceso de digitalización. El planteamiento era rodarla del modo más sencillo, con iluminación natural y únicas fuentes de luz.

3. Philippe Le Sourd Duró tres años el rodaje. Fue bastante duro mantener la continuidad visual. No sabíamos lo que íbamos a hacer. Tenía un diario de lo que hacía cada día con las posiciones de las luces. Porque podíamos volver y rodar la misma escena dos años después. Con Ridley Scott (con quien trabajó en 'Un buen año') todo es lo mismo. Wong Kar Wai cambia todo para hacerlo diferente. Cada día es un descubrimiento.

4. Jeff Cronenweth. Perdida Había que asegurar que quedara reflejado que la armonía comenzó en Nueva York, cuando eran unos jóvenes escritores, todo iba estupendamente, pero algo ocurrió. Y acabaron en Missouri, y era imperativo que se sintiera el calor, la soledad, el aislamiento, el cambio, y así las opciones cromáticas en ese punto, y entonces, cuando Nick es acusado, él se encierra en esa grande, aislada, impersonal casa. Lo que establece esa sensación de catacumba, de cueva en la que él se oculta, y se siente ese aislamiento, esa soledad. Es esteril. Es una bella y gran casa sin personalidad, un lugar frío que no incita a la pasión. Así que una vez que él entra en esa espiral de reclusión, era fantástico poder trabajar con esas ventanas cerradas, las sombras, y la estructura de la casa. Con ella, la paleta de colores fue distinta, según sintiera que controlaba o no la situación. En el montaje secuencial de planos breves, cuando ella se ha liberado, se dotó a los encuadres de más luz y resolución. Fueron diferencias no extremas para uno y otro, sino sutiles.