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martes, 15 de mayo de 2012
Un lugar donde quedarse - Imágenes de un rodaje
Sam Mendes, Maya Rudolph, John Krasinski y Maggie Gyllenhaal en varios momentos del rodaje de 'Un lugar donde quedarse' (Away we go, 2009). Puede considerarse el complemento o quizá contrapunto a Revolutionary road. En esta se nos relataba la fractura de un hogar sostenido sobre unos cimientos falsos, sobre lo no compartido, y sobre la radical divergencia de lo que ambos conyuges valoraban o consideraban prioritario en la vida, la posición social o los sentimientos verdaderos. En Un lugar donde quedarse nos encontramos con una pareja cómplice que comparte un mismo proyecto de vida, e implica buscar su propio lugar en el mundo, aquel donde sentirse identificado. Mendes muestra entre trazos excéntricos y delicados, que no me resisto a calificar de 'carrolliano', las sombras de una sociedad que revelan una cierta incapacidad para habitar la vida. Sutil, todo muy sutil. Y el final es uno de los más bellos que he podido ver en tiempo. Conmovedor hasta la médula.
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