Blake Edwards, Lee Remick y Jack Lemmon en una sonriente pausa de rodaje de 'Días de vino y rosas' (Days of wine and roses, 1962), oscilante entre la áspera intensidad y cierto ampuloso recargamiento dramático. Magníficos los dos protagonistas, pero a su desgarro le sobra afectación y le falta intemperie anímica. O quizá carece de ese lacerante sentimiento de desubicación de otros personajes con conflictos etílicos como los de las excepcionales 'EL buscavidas' (1961), de Robert Rossen o 'Los amantes de Montparnasse' (1957), de Jacques Becker. A diferencia de estos, quizá su drama no sobrepase lo convencional, un conflicto más a ras de suelo aunque se exprese entre agitadas contorsiones.
Este domingo 13 de noviembre la ponen en la filmoteca, estoy tentada de ir a verla.
ResponderEliminarMe cuesta encontrar esos fallos que comentas respecto a otros personajes con conflictos etílicos, quizás porque no tengo tu capacidad de análisis, y veo que en su conjunto, la película está muy bien :)