Carl Dreyer dirigiendo a Lisbeth Movins y Preben Lendorff-Rye (Anne y Martin), en la bella secuencia, de 'Dies irae' (1943), en la que fluyen juntos en el río, otro de sus encuentros clandestinos entre la naturaleza ( qué inmensamente bellas son las panorámicas ascendentes hasta la copa de los árboles, equivalentes de la ascensión de sus sentimientos unidos), aunque en esta conversación (rodada en un sólo plano) empiezan a insinuarse las sombras que irán cerniéndose progresivamente sobre ellos ( sobre su amor), ya en los miedos e inseguridades de Martin (en la pesadumbre de su fatalismo; en la sombra interpuesta de la figura o rostro de su padre, el obispo y marido de Anne). No puedo evitar el transcribir el hermoso diálogo entre ambos:
Martin: (Besándolas) Cuán vivas están tus manos... tus dedos ( besando cada yema de los dedos de una mano)...tu muñeca (la besa)...Puedo sentir tu pulso latiendo...
Anne: Latiendo por ti
Martin:El sol está coloreando tus mejillas
Anne: No es el sol, es la felicidad
Martin: (Bajando la cabeza) ¿Felicidad? ¿Cuánto durará?
Anne:¡Siempre!
Martin: Anne, ¿Dónde terminaremos?
Anne: Donde sea que la correinte nos lleve
Martin: Un día
Anne: No pienses en eso. Tanto puede ocurrir.
Martin: Veo a mi padre delante de mi en todo momento.
Anne: Yo Sólo te veo a ti-
Martin, aún con la mirada baja, se separa, apartando su mano de la de ella, con gesto ensombrecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario