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domingo, 30 de noviembre de 2014
La duquesa de Langeais
No toque el hacha es la traducción del título original de la magistral 'La duquesa de Langeais' (Ne touchez pas la hache, 2014), de Jacques Rivette. No toques el hacha le advierte el marques de Montriveau (Guillaume Depardieu) a la duquesa de Langeais (Jeanne Balibar), cuando su relación, el cortejo, se ha convertido en lucha encarnizada, en acero contra acero. Cuando el juego escénico ha derivado en combate. A la duquesa hay quien advierte que sea cuidadosa con su tendencia a la coqueteria, el gusto por los halagos, y el placer que reporta la larga persecución amorosa. El marqués, militar, considerado un héroe, y por tanto hombre de moda, hombre admirado, pieza de caza mayor en los territorios del cortejo, aunque sea calificado de fastidioso y sombrío, incluso aplica tácticas militares cuando, asistido por compañeros enmascarados, la rapta y retiene unas horas, como gesto despechado, como acción sancionadora. El marqués permaneció dos años prisionero en Africa antes de que lograra fugarse. En los espacios cerrados de los salones, en las dinámicas escénicas del cortejo, se siente también prisionero, fiera enjaulada, y reacciona como fiera herida, agraviada. El escenario les supera, por exceso o por defecto. Ella, por embriagarse por un largo proceso de cortejo convertido en dilatado e indefinido ritual, en el que la satisfacción permanece aplazada, o incluso difusa en la ambigüedad de la negación que es placer de juego perverso de quien gusta de ser admirada y deseada (él desea besar su pañuelo, y ella le ofrece la mano, pero añade que de ahí no se pasará). Él, por su falta de dominio, a la inversa de aquel escenario al que está habituado a dominar, por su atolondramiento, por no saber encajar esa falta de dominio, por dejarse atropellar por la demanda de su sentimiento.
Ella le expone que su severidad reflejaba más amor que autocomplacencia, y él sus debilidades las tomó como crímenes. Se resistió porque se suponía que se ajustaba a unos modelos de conducta femeninos. Pero cuando ella abre su corazón, cuando intenta reconducir el escenario con los mutuos sentimientos expuestos, ya los aceros han hecho demasiado daño. Esta adaptación de la obra de Honoré de Balzac se abre con las consecuencias del daño, cinco años después, y esa herida abierta se extiende durante la narración, como un eco sordo, como una mirada entristecida. El marqués intenta visitar a la duquesa que se ha recluido en un convento. Otra reclusión, esta voluntaria, como pena, dolor y castigo, por los errores cometidos, por el sufrimiento infligido. La cortina que cierra la monja para interrumpir el diálogo entre ambos, cuando la emoción rompe los barrotes del comedimiento escénico, se equipara con los telones de los escenarios de los salones, aquellos con los que jugó como truco ilusorio de suspensión la duquesa y que el marqués sintió como clausura y negación.
La narración fluye a través de los gestos, y de las miradas y expresiones. Desnuda la condición escénica en las representaciones que se urden, en las interpretaciones,conscientes o inconscientes, dominados por las brasas del sentimiento y los reflejos de la vanidad, pero proyecta la narración cinematográfica en unos sutiles modos actorales y una planificación, sea estática o en movimiento, que atiende a las corrientes subterráneas de las emociones en contienda. Esa contienda de juego escénico que masacra en ocasiones las emociones, y a veces los mismos cuerpos. Al marqués, en la secuencia final, en un barco que navega en las aguas, aunque las emociones no consiguieron navegar, en un barco que porta el cadáver de la mujer que amó, le señalan que fue una mujer y ahora es nada, y le dicen que piense en lo sucedido, en la tragedia, como en un libro que leyó en su infancia. Y él, con la mirada apesadumbrada, asiente. No es más que un poema, dice. Y la cámara panoramiza para encuadrar el cielo nublado. No habrá olvido, los versos seguirán doliéndole como la inocencia perdida de la infancia. 'La duquesa de Langeais' es un bellísmo poema nublado.
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"Esta adaptación de la obra de Emile Zola" Mejor corrija que Balzac queda mejor aquí como autor ;)
ResponderEliminarVoy leyendo antiguas entradas, pero buff hay demasiada información por aquí.
Muchas gracias por la corrección :)
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