Una partida en el campo

En 'Una partida en el campo' (1936), de Jean Renoir, cuya acción transcurre en los años de la Belle Epoque, se nos relata la excursión de una familia, padres e hija, (Sylvie Bataille), incluido un pretendiente de ésta (un personaje más bien bufo), en la que conocen a dos hedonistas lugareños, Henri (Georges Darnoux) y Anatole (Paul Temps), los cuáles, entre disgresiones sobre la importancia de vivir el momento y las responsabilidades de los actos (mientras Henriette y su madre se columpian al fondo del encuadre), se plantean el desafío de seducir a la hija. En esta secuencia se condensa las cuestiones que subyacen en la impresionista narración,de aparente naturalismo que camufla su abstracta condición alegórica. Aquella referida a las decisiones tomadas en la vida. Si, por un lado, a través de las opiniones de Anatole se evidencia cómo en ocasiones los sentimientos del otro se subordinan a la voluntad o capricho de uno (y qué pone entre interrogantes,o límites, el carpe diem), por otro lado, se pone en cuestión en qué medida se hacen concesiones y se opta por la opción más cómoda, en vez de haber tomado una más arriesgada, de acuerdo a lo que de verdad se quería o se sentía. Esto queda reflejado de modo preciso en la secuencia final, años después de la excursión narrada, cuando se nos muestra cómo Henriette optó por el insípido pretendiente en vez de por Henri hacia el que había sentido una fuerte atracción, expresado, con suma sutilidad, a través de acciones y gestos, en el paseo que ambos realizaron en barca por el río, conjugado con la exuberancia de la naturaleza cómo reflejo de lo que brota entre ambos. Por eso, el reencuentro entre ambos años después (en el mismo escenario, junto a las 'aguas de la emoción' negadas'), intensificado por la cortante elipsis temporal (por una vez, lo no rodado posibilitó un admirable logro expresivo), resulta tan lacerantemente sombría, si, por añadidura, consideramos la citada condición bufa del elegido. Pocas veces el cine de Renoir ha sido tan exquisita y desgarradoramente lírico.

‎'Una partida en el campo' (Une partie de campagne,1936), es un espléndido mediometraje de Jean Renoir, basado en un relato de Guy de Maupaussant, que adapta el mismo Renoir. Las delicadas imágenes de Claude Renoir y Jean Bourgoin nos sumergen en un río de sensaciones que afloran y se expanden, para ser interrumpidas y anuladas por la prevalencia del 'escenario' al que se pliegan ciertos personajes, el de las convenciones sociales que atrofian lo espontáneo en favor de la imagen social.