Jean Gabin, las brumas del héroe

Michael Caine escribió en su autobiografía que fue tras ver a Jean Gabin en 'Amanece' (1939), de Marcel Carné cuando pensó que él podría tener algún futuro como actor. Si un actor de ralo pelo liso, gran nariz y boca pequeña era la más grande estrella en Francia, todo era posible. Jean Gabin creó un tipo de personaje a comienzos de los años treinta, cínico de aire hastiado con cigarrillo en la comisura de los labios,en obras de Jacques Tourneur, Anatole Litvak, GW Pabst o Jules Duvivier. Fue con una obra de éste, 'Pepe Le Moko' (1937), con la que alcanzó renombre internacional. Estos años previos al inicio de la guerra también fueron los años más pródigos en grandes obras en su carrera: Con Marcel Carné, además de la citada, rodó la bella 'El muelle de las brumas', esplendida era 'Remordimientos' (1941, aunque fuera rodada dos años antes) y trabajó con Jean Renoir en algunas de sus mejores obras, como 'La gran ilusión' (1937) y 'La bestia humana' (1938).

Con el estallido de la guerra se decidió a dar el salto a Hollywood, que hasta entonces había rechazado, llevándose consigo a Renoir y Duvivier. Pero no fue nada exitoso su paso por la industria estadounidense, y sí conflictivo, por su difícil carácter, y sus demandas, como exigir a Marlene Dietrich, con la que mantenía una relación entonces, para un proyecto, lo que determinó que le pagaran el salario y cancelaran el proyecto. Siguió siendo conflictivo a su vuelta a Francia, en este caso con Marcel Carné, pero sus diferencias provocaron que no interviniera en 'Las puertas de la noche' (1947). Su carrera parecía estancada, destacando sólo su personaje en 'El placer' (1952),de Max Ophuls. Fue con 'No toquéis la pasta' (1954), de Jacques Becker, con la que su carrera recuperará nuevos bríos, convirtiéndole en la gran estrella en su país, que mantuvo hasta su muerte, en especial con su encarnación del comisario Maigret en tres obras.

Aunque con la particularidad de que prefirió no rodar con cineastas que estuvieran a la altura de su 'estrella', lo que determinó que en líneas generales no fueran muy destacadas las obras que protagonizó con cineastas como Henry Verneuil, Denys De la Patalliere, Gilles Grangier o Jean Delannoy.