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miércoles, 24 de julio de 2013
Robert Mitchum, un trasto de niño, un adolescente errante
Robert Mitchum, en su infancia, fue un auténtico trasto envuelto en peleas y travesuras de toda índole. Cuando aún no había cumplido los dos años perdió a su padre, trabajador ferroviario, a causa de un accidente laboral. La madre recibió una pensión del gobierno, y poco después se daría cuenta de que estaba embarazada de quien sería el tercer hijo (John). Robert, con doce años, sería enviado a casa de sus abuelos, siend expulsado del colegio por un altercado con el director. En 1930, un año después, iría a vivir con su hermana mayor, Julie, pero también serái expulsado del colegio allí, optando por la vida errante en vagones de tren, trabajando como cavador de acequias o como boxeador profesional. Fue uno de los 'wild boys of the road (chicos salvajes de los caminos' frecuentes en estos años posteriores de la depresión económica del 29. Con 14 fue arrestado en Georgia por vagancia, y convertido en prisionero con grilletes. Logró escapar y retornar con su familia. Durante este tiempo estuvo a punto de perder una pierna. Durante su convalecencia conoció a quie sería su esposa, Dorothy Spence. Ya recuperó retornó a la vida de errancia de tren en tren. Con 19 se asentó en casa de su hermana en Califorinia, donde se uniría su madre y hermano. Trabajó de 'escritor negro' para un astrólogo. Fue la insistencia de su hermana la que propició que se uniera a un grupo teatral. También escribiría, letras de canciones, obras y poemas. Retornaría a Delaware para casarse con Dorothy, a quien llevó a Califorinia, donde tuvieron su primer hijo. Mitchum consiguió un trabajo como maquinista para una empresa de aviación. Una crisis nerviosa, debida al stress, le causó una ceguera provisional, y le determinó a buscar trabajo como actor. Conoció a un agente que le consiguió una entrevista con el productor de la serie Hopalong Cassidy, en la que interpretó a varios villanos entre 1942 y 1943. Interpretó varios personajes secundarios hasta que Mervyn LeRoy se fijó en él durante el rodaje de 'Treinta segundos sobre Tokio' (1944) que propició que firmara un contrato por siete años con la RKO
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Resulta increíble lo ajetreada que puede llegar a ser la vida de algunas personas; no solo eso, sino que Mitchum podía haberse perdido varias veces por el camino y habernos dejado huérfanos de su imponente presencia y su acrisolada trayectoria en este mundo de sueños que es el cine. Por suerte para mucha gente -entre la que me cuento- no sucedió así. Esa foto con la gorra mientras escribe, es impagable. Se le reconoce totalmente, a pesar de aparentar unos ¿trece años...?
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