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domingo, 16 de septiembre de 2012

Judith Anderson, soberanía en las sombras

Photobucket Dame Judith Anderson grabó a fuego en la pantalla de la memoria su personaje de Mrs Danvers en 'Rebeca' (1940), de Alfred Hitchcock, una soberana interpretación que conjugó la severidad, lo siniestro y un desgarro que ha sido enquistado, su entrega y fidelidad a la memoria de su mujer amada, Rebeca, y que liberará como lágrimas contenidas con las llamas finales. Esta actriz australiana fue una de las figuras más eminentes de los escenarios teatrales durante décadas. Debutó en 1915, y alcanzó tan señeros éxitos como interpretando, en 1931, a la mujer desconocida de 'Como tú me deseas' de Pirandello, en Broadway, Lady Macbeth en 1937, junto a Laurence Olivier, con la Old Vic Company, Olga en 'Tres hermanas' de Chejov, cuyo éxito se vio reflejado en la portada que dedicaron a la representación en la revista Time, como Medea, en la obra de Euripides, producida por John Gilegud, que interpretó de 1947 a 1951, le reportaría el Tony en 1948, como Madama Arkadina, de 'La gaviota', de Chejov, en 1960, en el Old Vic, o realizando una de sus grandes ilusiones, interpretar a Hamlet, en 1970, en una gira por Estados Unidos. En el cine estuvo relegada a personajes secundarios. En 'Las furias' (1950), de Anthony Mann, le tocó convertirse en la figura femenina intrusa, entre padre e hija, siendo desfigurada por el personaje de Barbara Stanwyck. Fue la firmeza maternal, primero en la sombra, que va convirtiéndose en el bastión de una familia en trance de desintegrarse en 'La gata sobre el tejado de Zinc' (1958), de Richard Brooks, la madrastra en 'El ceniciento' (1960), de FranK Tashlin, y también presa de los celos, y por ello sospechosa, en 'Laura' (1944) de Otto Preminger. Intervino también en 'Blood Money' (1933), de Rowland Brown, con la que debutó en el cine, 'Diez negritos' (1945), de Rene Clair, 'Al filo de la oscuridad' (1943), de Lewis Milestone, 'La casa roja' (1947), de Delmer Daves, 'Los diez mandamientos' (1956), de Cecil B De Mille, 'Un hombre llamado caballo' (1970), de Elliot Silverstein, 'Memorias de una doncella' (1946), de Jean Renoir, 'Salomé' (1953), de William Dieterle, 'El extraño amor de Martha Ivers' (1947), de Lewis Milestone, 'All through the night' (1942), de Vincent Sherman, 'Kings row' (1942), de Sam Wood y tras catorce años de ausencia de la pantalla, interpretó, con 87 años, a una sacerdotisa vulcaniana en 'Star Trek III: En busca de Spock' (1984), de Leonard Nimoy.

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