Adiós a Michael Clarke Duncan, el cansancio y los ángeles

'Cansado de estar en el camino solo como un gorrión en la lluvia. Cansado de no tener a un compañero conmigo, que me diga de dónde venimos o a dónde vamos, o por qué. Pero sobre todo estoy cansado de tanta gente que es desagradable con los otros. Estoy cansado de todo el dolor que siento y escucho en el mundo cada día. Hay demasiado. Es como trozos de cristal en mi cabeza en todo momento. ¿Puedes comprenderlo?'. El 3 de septiembre falleció Michael Clarke Duncan, con 54 años. Había sufrido un infarto de miocardio mes y medio antes, pero no superó el tratamiento en el hospital. Pocos meses antes protagonizaba un spot en el que se declaraba vegetariano, que se sentía mejor desde que tres años atrás dejó de comer carne (como dice, 'sacó 5000 dolares en carne de la nevera'). Quizá el cuerpo no aceptó el cambio radical de dieta, quizá ya demasiadas grasas y sal consumidas durante toda su vida. Quién sabe. Más allá de todo esto, este actor protagonizó uno de los momentos que más me han sacudido el tuétano en el cine, este monólogo de la excelente 'La milla verde' (1999), de Frank Darabont, cuyo final siempre me sume en un incontenible aluvión de lágrimas (ese ratoncito...); es uno de los más bellos y conmovedores que he vivido. Como me pone siempre un nudo en el estomago, y me desgarra las entrañas este dolorido monólogo de cansancio ante tanto sufrimiento, exhausto de ser tan empático de sentir tanto horror y fealdad en las acciones del ser humano. Y su contrapunto, la posterior sublime secuencia en el cine. Su expresión, arrobada, contemplando como un niño pequeño maravillado aquellos ángeles en la pantalla, es inenarrable...La belleza del cine, en su más depurada expresión, y de la bondad conjugadas en un rostro asombrado y conmovido.