Carole Landis, la estrella que pudo ser pero no dejaron ser

Carole Landis , popular pin up para los soldados durante la segunda guerra mundial, y la actriz que más tiempo dedicó a entretener a las tropas (llegó a recorrer 10000 millas, y hasta estuvo a punto de morir de disenteria y malaria) se suicidó a los 29 años, con una sobredosis de servcobarbital. Rex Harrison, su amante, que se había negado a divorciarse de su esposa, Lili Palmer, la encontró en el suelo del baño del hotel en el que se alojaban. El actor tardó horas en notificarlo. Carole había dejado dos notas, una para su madre, y otra para Harrison, aunque éste negó que fuera cierto. Al funeral acudió acompañado de su esposa. Carole Landis (que realmente se llamaba Frances Lillian Mary Ridste, y que había elegido Carole por su admirada Carole Lombard) no había tenido suerte con los hombres, desde su infancia, en la que sufrió abuso sexual. A los 15 se casó con un vecino, pero se divorciaron en 1939, año en el que se comprometería con el coreografo y director Bubsy Berkeley. Al año siguiente dio el salto a la fama cuando Hal Roach la escogió para protagonizar 'One millión BC'., que tuvo gran éxito. La apodaron 'The chest' y 'The ping girl' por su gran busto'. Estableción una relación con Darryl F Zanuck, y tuvo algún papel relevante en ¿Quién mató a Vicky?' (1941), de H Bruce Humberstone y 'Moon over Miami' (1941), de Walter Lang .Cuando se acabó la relación con Zanuck, su carrera comenzó a declinar, relegada a producciones de serie B. Trabajaría para Douglas Sirk en 'Escándalo en París' (1946). Se casaría tres veces más. Destacó también como escritora. Publicó varios artículos en revistas y periódicos acerca de sus experiencias en la guerra. En 1944 escribió 'Four Jills in a Jeep', libro que posteriormente se adaptaría al cine. Así mismo escribió el prólogo del libro de dibujos de Victor Herman 'Winnie The WAC'. Había intentado ya suicidarse en 1944 y 1946. En 1948 la relación con su tercer marido, el productor de Broadway, W Horace Schmidlapp no iba nada bien, y su carrera declinaba aún más. Además, no podía ser madre ya que sufría endometriosis. Y Harrison, quien declaró que no podía imaginar por qué se había suicidado, no se mostró dispuesto a divorciarse. Entre las celebridades que asistieron a su funeral estaban Betty Grable, César Romero, Van Johnson, y Pat O'Brien.