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jueves, 5 de abril de 2018
El único evadido
'El único evadido' (The one that got away, 1957), de Roy Baker narra la fuga del teniente Fran Von Werra (Hardy Kruger), un piloto de la Lutwaffe, el único evadido, durante la segunda guerra mundial, de los soldados alemanes hechos prisioneros en territorio inglés. Es el único que lo consiguió, como explicita el título original. Su perseverancia y constancia fue recompensada. Haciendo honor al dicho, a la tercera fue la vencida. Se puede decir, con ironía, y jugando con el título de la propagandística obra del ideario nazi realizada por Leni Riefenstahal, que su acción se constituyó en el 'Triunfo de la voluntad'. La narrativa resulta tan dinámica como distante, como un engranaje de maquinaria que fluye impecablemente (con un proverbial sentido de la síntesis y concisión). Los trazos psicológicos son escuetos, sin abundar en desarrollo de los caracteres, incluido el del protagonista, definido ya en las primeras secuencias por su altanería y su obstinación. O como señala un oficial británico, es alguien que cree sólo en sí mismo. Hay algo de maquina en el personaje, de resorte que debe ponerse en acción para recuperar su posición originaria en el engranaje. Pero la falta de emoción ( en su sentido más ortodoxo, en cuanto empatía con el personaje con cómo es o por lo que representa) no quita que la narración sea un modélico ejercicio de tensión, de vibrante relato en 'vilo' que atenaza y cautiva con un claro ( y por qué no, perverso) enfoque de identificación con los denodados esfuerzos de Von Werra en los tres intentos de fuga que realiza, dos en territorio inglés, y otro en Canada.
Es, ante todo ( y ahí es, en ese territorio abstracto, arquetípico, donde se define y eleva el substrato de la obra) un hombre enfrentado, por un lado, a los elementos, a la adversidad de la inclemencia de la meteorología, la lluvia ( en su primera a fuga a pie por los campos ingleses) e incluso la nieve y el hielo (en su tercer intento), contra la que debe oponer su capacidad de resistencia, esa fuerza, a la que alude ante uno de sus interrogadores, que define al alemán, que todos son uno. Y por otro contra las circunstancias, su condición de prisionero vigilado, a las que debe desafiar con la inteligencia y el ingenio, la habilidad o los reflejos. Sea en la preparación conjunta con los otros compañeros en el campo de prisioneros: la sucesión de ardides (bailes, cantos) que plantea para que no escuchen las excavaciones que realizan, que no deja de ser un adelanto de las secuencias semejantes de la magnífica 'La gran evasión' (1963), de John Sturges (también en cierto aspectos puede verse a Von Werra como un anticipo del personaje de Steve McQueen). O sea para evitar que le pillen en renuncio, mediante el despliegue de una persuasiva actuación o representación, como cuando intenta convencer a ferroviarios, policías o militares, ya sea en la estación de tren o en el aeródromo, que es un piloto holandés que se ha estrellado mientras probaba un nuevo modelo y necesita un avión para retornar a su base: dos sucesivas secuencias en las que se dosifica de modo admirable las tensiones, mediante la hábil exasperación los tiempos.
Esas virtudes se amplifican en las brillantes secuencias del tercer intento de fuga, tanto el planteamiento de evasión en el tren, como, en especial, cuando, por la noche, intenta cruzar el lago helado que le separa de Estados Unidos (estamos a finales de 1940, y aún era país neutral). Von Werra se encuentra con que debe superar y cruzar una fisura amplia en el hielo en la que la corriente de agua fluye impetuosa. Debe retroceder, buscar un bote, y recorrer de nuevo la distancia cargando con el mismo. Aún con más intensidad que en el primer intento de fuga (Von Werra convertido en barro literalmente, exhausto), Baker hace gala de una notable fisicidad en la descripción de las acciones, y del agotamiento, al límite del desgaste de energías, de Von Werra. Por ello, la obra se convierte en todo un estimulante canto a una gesta, la de la perseverancia que se enfrenta y supera cualquier adversidad.
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