Marcel Carné durante el rodaje de su estupenda opera prima, 'Jenny' (1936). Una sutil reflexión sobre la vida como realidades entrevistas, de puentes que se crean en las relaciones, de vida en espera en los muelle, de corrientes subterráneas que quizás no se expresan cuando es necesario, y de otras que se enfrentan, expresándolas sin miedo, a las adversas corrientes para crear su propio mar de relación.
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