Otras pantallas: Los niños de San Ildefonso que querían ser animadoras

Alejo, Rubén y Luís pensaron que tras haber cogido tal callo cantando los números de la loteria como buenos niños de San Ildefonso podrían también materializar su gran ilusión ser animadoras de un equipo de baloncesto de la NBA. Se traslada ron a Estados Unidos que recorrieron de cabo a rabo ofreciéndose en todos los clubs, pero no les hicieron ni pruebas (excepto en Seattle, pero para amenizar un concierto grunge en el pabellón de los Sonics). Algunos alabaron su ocurrente vestuario, lo que llevó a Rubén a encontrar su sendero profesional como diseñador de vestuario de figurantes en parques temáticos. Rubén, ya que se habían recorrido todos los estados y se los conocía como las palmas de sus manos decidió realizar una guía de viajes que tuvo mucho éxito (incluso tuvo una versión en braille). Luís se unió a aquel grupo de grunge como animadora, y mantuvo una relación epistolar con Kurt Cobain ya que se quedó sordo al tener que bailar cada día junto a aquellos enormes baffles. Fotografía de Elliot Erwitt