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miércoles, 22 de febrero de 2017

Múltiple

No es lo mismo multiplicidad que división o fisura. El título original de 'Múltiple' (2016), de M Night Shyamalan es Split, y aunque haya multiplicidad en la personalidad de Kevin (James McAvoy), nada menos que 23, son significativos los matices en la elección del título original, porque enfoca hacia el personaje, o cuerpo (foco de emociones), principal, la adolescente Casey (Anya Taylor-Jones). Split también alude a la acción de romper o quebrar, lo que vincula con un título pretérito de Shyalaman, su obra maestra 'El protegido' (Unbreakable, 2000), que se explicitará en el epílogo ( y que probablemente derivará en una próxima obra que una ambas películas; de hecho el personaje de Kevin existió en uno de los primeros borradores del guión de 'El protegido'). Unbreakable, Irrompible, Split, acción de quebrar o fisura. Ambas películas se edifican sobre la alteridad, o la proyección fantasmal: lo extraordinario como reflejo de una falta y de un enquistamiento vital, por eso lo extraordinario adquiere una dimensión siniestra, monstruosa. Dos personajes en conflicto, David (Bruce Willis), en 'El protegido', un hombre que no fue lo que aspiraba, un hombre postrado en el inmovilismo vital, anónimo espectador de la vida, que se siente cautivo de un túnel que asemeja a entierro o confinamiento en vida. La condición excepcional de irrompible, reflejada en que nunca ha sufrido ningún percance físico, que un alter ego, Mr Glass Samuel Glass), su opuesto por su constitución extremadamente quebradiza, le revela, le confronta con la recuperación de sentirse alguien, singular, centro de foco o campo de juego de la vida, también con los monstruos del sueño de inmunidad y potencia excepcional: le confrontaba con la vertiente siniestra del sueño de ser un héroe, protagonista escénico. El primer plano de 'Múltiple' condensa el estado emocional del que parte y se despliega el cuerpo siniestro de la narración. Un plano que refleja el desequilibrio interno de Casey, aislada en un espacio público, con una expresión que refleja su extravío y desazón interna. La cámara con un efecto de retrozoom apuntala esa sensación de emociones suspendidas en la inestabilidad.
El trayecto narrativo alterna dos vías que revelarán el por qué de ese estado, y cómo la confrontación con el monstruo que representa ese hombre dividido y múltiple, Kevin, es el reflejo o la proyección fantasmal de su fisura interior. El confinamiento que sufre, cuando es secuestrada, junto a dos compañeras de instituto, por Kevin, refleja su confinamiento emocional: ya en la primera secuencia esas dos compañeras apuntan cómo es una chica que se desmarca y aísla del resto; ella misma confiesa que su rebeldía busca el castigo para así apartarse del resto, como si hubiera se hubiera confinado en una cámara presurizada aparte. Ese confinamiento refleja una elección de actuación en relación al conflicto que padece, el cual se irá revelando dosificadamente en una serie de flashbacks, un confinamiento que refleja su incapacidad de actuar o reaccionar para evitar el mantenimiento de esa circunstancia vital de abuso que sufre desde que era una niña. Kevin, precisamente, realiza una labor de mantenimiento, y usa el espacio subterráneo del lugar donde trabaja para mantener cautivas a las tres chicas. Sus diferentes identidades se alternan, reflejo también de las diferentes vertientes en cada persona, cuáles son las dominantes en cada uno. En Casey no es la de reaccionar insumisa, por eso contradice a sus dos compañeras cuando estas proponen que le ataquen juntas. Casey no considera que sea posible la consecución efectiva, lo que refleja una sensación impotencia, la que sufre en su vida desde niña, y evidencia una resignación. Se encuentra dividida, entre su impotencia y su furia retenida ante una situación de abuso que no deja de sufrir.
Que el lugar donde se encuentre ese subterráneo no se desvele hasta las secuencias finales no deja de ser significativo, porque será tras el enfrentamiento definitivo de Casey con su fisura o herida. Es un zoo, lo que vincula con la condición de animal o bestia del ser humano, o con la reflexión de Nietzsche de que 'el ser humano es la criatura animal más cruel'. En la serie de flashbacks, el padre educa a Casey en el arte de cazar, mientras acechan a unos ciervos. Pero ella se puede decir que es cazada por su tío, cuando comienza a abusar sexualmente de ella desde niña. Pero no será capaz de apretar el gatillo cuando le apunta con una escopeta, y seguirá sufriendo ese abuso durante años, una impotencia que no logra convertirse en rebelión. Un daño que más bíen ha transmutado en automutilación. El enfrentamiento definitivo con Kevin, cuando este se ha transformado en una criatura de potencia física fuera de lo corriente, una veinticuatroava identidad que es la bestia que devora literalmente cuerpos, tiene lugar en un túnel, del que debe buscar una salida, como un laberinto, ese en el que se ha quedado atrapada en sí misma. Cuando se confronte con la bestia sí logrará apretar el gatillo de su escopeta. Pero no será esto le que le salve, sino las cicatrices de las heridas que se ha infligido en su cuerpo. El daño que sufría lo revirtió en daño a sí misma, como si desfigurando su cuerpo pudiera evitar el abuso. Esa bestia que encarna el hombre múltiple, pero sobre todo la bestia, es la encarnación de esa bestia que no ha dejado de ser su tío con ella, pero es también la encarnación de su furia contenida, de su enquistamiento vital, que se ha tornado infección en su interior, por desesperación e impotencia, heridas que no han logrado cicatrizarse a diferencia de las externas. Esa visión es la que Kevin advierte como reconocimiento. Y por eso no la hace daño ni devora como al resto. En la secuencia final, cuando la policía le dice a Casey que su tío viene a recogerla, ella no dice nada. Como un Kevin múltiple aún en libertad, parece que quizá ya logre sacar a su propia bestia para enfrentarse a la bestia que le ha dominado. West Dylan Thordson compuso una excelente banda sonora

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