Federico Fellini, Magali Noel y Maria Antonietta Beluzzli, durante el rodaje de 'Amarcord' (1972). Evocación y fantasía, celebración y canto fúnebre. El humor se funde con la melancolía. La excentricidad de los personajes no esconde su condición de seres comunes que aspiran a materializar un sueño. El ingenio de Fellini es vivacidad sobre escombros, como el viento que acaricia mientras contemplamos una despedida.
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