Hay diferentes formas de 'alegrar el día' (make my day). Una es la que 'amablemente' pedía Harry Callahan a punta de pistola en la magnífica 'Harry el sucio' (1971), de Don Siegel. Otra es evidente en la feliz sonrisa de Clint Eastwood a punta de pistola de emuladoras de sus personajes en los célebres ( y soporíferos, excepto para los interesados en documentales sobre el recorrido de una mosca sobre un sudoroso y mugriento rostro sin afeitar) 'tallarín westerns' que dirigió (es un decir) Sergio Leone.
Pero qué me dices! Supongo que se trata de una chanza para que alguien (como yo) entre al trapo. Puro terrorismo crítico con un número récord de boutades acumuladas en tan pocas líneas de texto, las dedicadas a los westerns de Sergio Leone. Si fueran exabruptos de Pumares, lo entendería, Pero viniendo de ti me dejas de piedra pómez.
ResponderEliminarDe vez en cuando apetece distenderse dando rienda suelta al sarcasmo o la ironía, y más si la vivaz imagen lo posibilita. Otra cuestión es hacer del exabrupto, de la descalificación sin argumento hábito y tónica, como los hay en este país ( y hasta publicando libros), algunos de los cuáles sacan el latiguillo de que cada uno tiene sus gustos, cuando le conviene, pero si le contradices en opinión salta cual resorte panteril ( cuando no te ha estigmatizado o te ves incluido en una lista negra según su posición de poder). No voy a citar nombres, porque desgraciadamente he aprendido que hay que ser muy cauto en este mundillo. En cuanto a Leone, reconozco que nunca ha sido santo de mi devoción, y sus obras es verdad que me han sumido en el hastío, especialmente su última obra. Sus dilatados duelos llegan a ser exasperantes (eso sí, me agrada la música de Morricone).
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