Translate
domingo, 7 de mayo de 2017
One more time with a feeling
Sientes que el tiempo es elástico. Te dices, la vida continúa, avanzas, pero, en cualquier instante, retornarás a aquel agujero negro en el tiempo que ha quedado como herida indeleble, el trauma que siempre permanecerá, el acontecimiento que convirtió en necrosis una porción del tejido de tus entrañas, la muerte de uno de tus hijos. Podría ser una de las diferentes vivencias o percepciones del tiempo del extraordinario libro de Alan Lightman 'Sueños de Einstein'. Pero es la vivencia o la forma ya de sentir, y habitar, la vida de Nick Cave desde que el 14 julio del 2015 perdiera a uno de sus cuatro hijos, Arthur, uno de los gemelos que tuvo con su actual esposa, Susie Bick, cuando, con quince años, se precipitó al vacío desde un acantilado en Brighton. En aquel entonces, Cave grababa su album 'Skeleton tree'. Las canciones estaban escritas, pero el acontecimiento impregnó su grabación, no sólo por algunas letras que añadiera. En las primeras secuencias del documental 'One more time with a feeling' (2016), de Andrew Dominik, los comentarios sobre el suceso de su amigo y colaborador creativo (de algunas de las mejores bandas sonoras de este siglo) Warren Ellis se interrumpen, porque se aprecia cierto desenfoque en la cámara. ¿Cómo enfocas una vivencia como esa? ¿Cómo evitar el desenfoque de la palabra o imagen torpe, innecesariamente impúdica? ¿Cómo enfocar adecuadamente sin que la mirada ajena se convierta en intromisión, en mirada carente de empatía que busca un ángulo que se convierte en distorsión por cuanto nada tiene que ver con cómo lo han vivido y viven los sufrieron esa pérdida?. Por tanto ¿cómo la integras en un documental que se centra en la publicación de un álbum?
En otra de las primeras secuencias, Nick Cave se viste ante el espejo, se abotona su camisa y pone la chaqueta, pero le piden que repita la acción para que dispongan de otra toma alternativa. Aparece el título: Once more with a feeling/Una vez más con sentimiento. Una vez más realizas las mismas acciones, sigues con tu vida, ¿cómo haces lo mismo,sigues con tu vida, cuando acarreas ese dolor que interrumpió tu vida y te hizo sentir que ya no vivirías del mismo modo, que algo había cambiado, que algo se había fracturado en tí? ¿Cómo es ese sentimiento, cómo lo enfocas? Como si aún le durara el aturdimiento, reconoce que no sabe cómo describirlo. Hay un trauma, pero parece que va por delante tuyo. Porque el tiempo es elástico, y el pasado reaparecerá delante tuyo, de nuevo, para golpearte sin piedad.
Las reflexiones de Cave sobre esa vivencia, y al mismo tiempo sobre el hecho de hablar de su experiencia ante una cámara, sobre su pertinencia y sentido (¿Para qué?) se alternan con la grabación de un álbum que tampoco dudaría en calificar como uno de los mejores de este siglo (pocas veces la tristeza ha transmitido tanta belleza, pocas veces la belleza conmociona en este grado), y unas bellísimos travellings en las calles, como un entorno espectral, que parece perteneciente a otra dimensión, el exilio interior al que parecen abocados ambos padres por la pérdida de su hijo, conjugadas, como otros pasajes, con una voz en off del propio Nick, quien lee textos que escribiría después de la muerte de su hijo, y que grabó en su iphone.
Susie muestra una pintura creada por su hijo fallecido: siempre se preguntó por qué el marco era negro. Cambia los muebles del hogar, pero son modificaciones que no engañan a la consciencia de que nadie es permanente. Nick abraza al otro gemelo,cuando le visita el estudio, como si le agarrara con firmeza para que no se precipitara en el vacío. Nick Cave y Warren Ellis compusieron una sublime banda sonora para la gran obra de Andrew Dominik, 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' (2007). Ahora Dominik compone otra exquisita obra espectral, fúnebre, rebosante de dolorosa y cautivadora poesía en blanco y negro, que rompe con el color de la excepcional puesta en escena del tema 'Distant sky'. Cielos distantes que irrumpirán en cualquier momento en el horizonte. Lo que pierdes no desaparece. La vida sigue, pero no para los que murieron, ni sigue del mismo modo para los que les amaron y añoran.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario