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martes, 2 de septiembre de 2025

John Sturges durante el rodaje de Shadowed y For the love of Rusty

 

En su etapa más desconocida, la inicial, bajo contrato con la Columbia, entre 1946 y 194, supo desenvolverse con la suficiente habilidad para que le asignaran, dentro de esas limitaciones, algunos de los proyectos que le parecían más atractivos. Realizó con Columbia, entre 1946 y 1949, ocho 15-wonders, producciones de serie B que se realizaban en 15 días, y que se exhibían en sesiones dobles, como complemento o entrante. Su nivel medio oscila entre lo estimable y lo excelente. Con su notable ópera prima, The man who dared, ya dejó constancia de su eficiencia: rodó quince planos en su primera jornada de rodaje. Tanto su primera obra como Shadowed podrían calificarse como noirs, así como El signo de Aries como melodrama de raigambre gótica. Otras no son tan fáciles de etiquetar: Alias Mr Twilight, Keeper of bees (película perdida) y Best man wins se podrían definir como relatos de picaresca, el primero una amalgama de comedia, drama y thriller (subgénero de robos), y las otras dos colindantes con el Americana. For the love of Rusty (que contiene un magnífico plano secuencia introductorio) era la tercera de una serie de películas protagonizadas por el perro Rusty. Es la etapa de su carrera en la que estaba etiquetado no como director de acción sino como director de películas lacrimógenas.

Quizás una coincidencia, pero no deja de ser curioso que Sturges fuera padre por primera vez en 1947, en este periodo, entre 1946 y 1948, en el que exploró diferentes ángulos sobre la actuación o enfoque paternal, o la concepción de la función progenitora. El absentismo negligente (Best man wins), en la que un padre que ha estado ausente ocho años dedicado a la picaresca de las apuestas intenta recuperar el amor de su ex esposa y de su hijo y, en el otro extremo, la rigidez de la actitud estricta, controladora (For the love of Rusty), que incluso puede adquirir rango de enajenación que pone en peligro la vida de los vástagos (El signo de Aries). Y, por otra parte, la interrogación sobre cuán frágiles e ilusorios pueden ser los vínculos (Shadowed): Es tu padre, pero de un segundo a otro, puede concebirse como un extraño. Ante un desconcertante cambio de conducta de su padre, sus dos hijas piensan que puede estar involucrado en algún crimen, cuando precisamente ese cambio se debe a que ha sido testigo de uno. El padre de For the love of Rusty está presente, como figura permanente en el hogar, durante el mismo periodo de tiempo que el padre ausente de Best man wins, pero durante todo ese tiempo no logra conectar con su hijo, más bien no deja de ampliar el distanciamiento con su estricto y restrictivo código del debe, una dinámica de relación definida por la posición respectiva y fundamentada en la autoridad (del padre). Desde la perspectiva de este, es una relación más bien unidireccional: el hijo acata y complace los designios paternales. El hijo no debe subvertir, alterar o reconfigurar su orden. La irrupción de un personaje nómada, equiparable al pícaro timador de Alias Mr Twilight que cuida de su nieta, poseedor de una actitud más flexible y desapegada, posibilitará, por su contraste (como figura paternal sustitutiva y alternativo modelo de vida), que el padre reenfoque su actitud. Por lo tanto, una serie de películas vertebradas por las interrogantes de ¿Qué es ser un padre? Y ¿Cómo es realmente tras el rol que ejerce o la pantalla con la que se le concibe? Cuestiones que analizo en John Sturges. La mirada ecuánime o depende de a qué se llame mirar (Providence).

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