El noir La calle del misterio (1950) fue la primera producción que John Sturges realizó bajo contrato con la Metro Goldwyn Mayer. Una obra que se vertebra sobre el contraste entre la perspectiva flexible y especulativa del médico forense, el doctor McAdoo (Bruce Bennett) y la más restringida del teniente encargado del caso, Morales (Ricardo Montalban). O cómo el primero está más abierto a las posibilidades, mientras que el segundo tiende a hacerse una idea determinada, sin sombra de duda, con unos datos que ya cree completos, cuando las apariencias parecen incriminar a alguien como sospechoso propicio por su vinculación circunstancial (el equívoco influjo de las pruebas circunstanciales que cuestionaba el protagonista de The man who dared). No es capaz de ver más allá de las apariencias, nublado por las emociones, por sus aspiraciones profesionales, tan empecinado en resolver el caso que piensa que así es en cuanto encuentra alguien que parece que puede ser el asesino, aunque sea por coincidir en el espacio y tiempo. En parte, esa actitud se debe a sentirse relegado por su origen étnico. Su necesidad de autoafirmarse se amplifica, cual inflamación. A sotto voce se nos comenta sobre una xenofobia latente en la sociedad que determina una discriminación que Morales habrá sentido, como arrinconamiento, hasta esta oportunidad con su nuevo cargo. Esa cuestión de la xenofobia y la discriminación adquiere más manifiesta relevancia dramática en la siguiente película con Ricardo Montalbán, Cruce de derecha (1950), en la que interpreta a un boxeador que prioriza su éxito como púgil a sus relaciones afectivas. Johnny comparte susceptibilidad, y cierta obcecación, relacionada con su condición étnica, con Morales, en La calle del misterio. Se enajenan por una desmesurada necesidad de autoafirmación (enraizada en las dificultades pretéritas debido a sus orígenes). No siente vergüenza por lo que es, sino furia y desesperación por lo que le condiciona. Le ciega el resentimiento. El cuadrilátero es la brecha por la que encuentra la única oportunidad de liberarse de esa prisión. Considera que, simplemente, recibe respeto, o es amado, por la posición que ha adquirido, por el reconocimiento de sus aptitudes pugilísticas. Si no las poseyera sería nadie, nada. Ser un chicano en la sociedad estadounidense, implica un impedimento inherente. Una restricción de oportunidades, una restricción de movimiento vertical en el escenario económico social. Su circunstancia singular es excepcional, un privilegio anómalo.
No es el único tipo de discriminación que Sturges explora en ese periodo, en el que estaba más candente la persecución del comunista (progresista) por el Comité de Actividades Antiamericanas. En la también notable The girl in white (1952), una de sus obras más desconocidas, Emily Dunning (June Allyson) se centra en la primera mujer en el mundo que logró ser residente quirúrgica
y cirujana de ambulancia, en 1902. El director del hospital mostrará abiertamente
su renuencia a darle la plaza pese a la posición que ha alcanzado en
las pruebas de calificación. Para él una mujer no se encuentra
capacitada para realizar tal tarea. No está dotada para la ciencia,
porque según él, no saben lidiar con sus emociones, por lo que son
incapaces de impedir que no ofusquen su discernimiento o criterio. Compañeros residentes del hospital le
complicaron la vida con la sobrecarga de asignaciones, por lo que
tuvo que afrontar un clima de hostilidad y hostigamiento que superó
gracias a su determinación y el apoyo de mentores, amistades y
enfermeras. En su episodio de Es un gran país (1952), una obra que recordaba que a Estados Unidos le define la diversidad, se centra en alguien que
se siente ignorada y excluida, como si fuera nada y no existiera,
alguien que amplía la diversidad más allá de la cuestión étnica.
No sólo la discriminación se puede sufrir por pertenecer a otra
etnia, sino simplemente por ser una anciana (Ethel Barrymore). Carece de identidad
porque no es, no existe, ya que no ha sido incluida en el censo. Ni
amigos, ni familia, ni vecinos, ni identidad y ni siquiera es
contabilizada por el gobierno, apunta Callaghan (George Murphy),
el redactor jefe de The post. Como en otras obras de la filmografía de Sturges, los personajes modifican su percepción sobre sí mismos, la realidad o los otros. Algunos tarde, como el teniente Morales, tras lo que hizo sufrir al que consideraba sospechoso del crimen que investigaba. Otros son capaces de modificar su concepción de la realidad o modo relacionarse con la misma. El boxeador chicano invierte prioridades, sin que sea el resentimiento el que guíe sus decisiones. El médico enamorado de Emily, encarnado por Arthur Kennedy, que consideraba, cuando eran estudiantes, que ella debía relegar sus aspiraciones profesionales para ser madre, se convertirá en el hospital en quien más la apoye. Y el periodista que ve a la anciana, en primera instancia, como un peculiar caso se esforzará en conseguir que alguna institución se sensibilice y reconozca la singularidad existente como individua de la anciana. Ejemplos de actitud ecuánime. Cuestiones más ampliamente desarrolladas en John Sturges. La mirada ecuánime o depende de a qué se llame mirar (Providence).



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