En John Sturges. La mirada ecuánime o depende de a qué se llame mirar (Providence) también dedico mi atención a proyectos que no se materializaron. En algún caso, Sturges abandonó la producción cuando ya había comenzado, y se habían rodado ya carreras automovilísticas, por desavenencias de enfoque con Steve McQueen, en la que se convertiría en 24 horas de Le Mans, de Le H. Katzin (esta vez sí se descabalgó del proyecto, a diferencia de otras ocasiones en la que reculó para no hacerlo, caso de Tres sargentos, o la posterior Joe Kidd, de nuevo por fricciones con los actores protagonistas, Frank Sinatra y Joe Kidd, en un caso por diferente enfoque y en otro por recurrentes interferencias creativas). También, tras realizar Ha llegado el águila (1976), abandonaría la producción ya en marcha de El submarino, que quería haber rodado con Gene Hackman y Richard Dreyfuss, y que luego realizará Wolfgang Petersen en 198, por desavenencias de enfoque con el autor de la novela adaptada. El proyecto de Las veinticuatro horas de Le Mans ya estuvo a punto de realizarse en 1965, aunque no relacionado de modo específico con Le Mans, con el título de Day of the champion. Entonces no se pudo realizar por alargarse el rodaje de la excelente El yangtsé en llamas (1966), de Robert Wise, de la que era protagonista Steve McQueen.
Hubo varios proyectos que Sturges propuso, en los 50, y que fueron rechazados, como nuevas versiones de Motín a bordo, con Spencer Tracy, Burt Lancaster y Montgomery Clift, o Capitanes intrépidos, con Frank Sinatra y Spencer Tracy, rechazos, junto al recurrente de La gran Evasión, que determinó que aceptara la propuesta de establecer una alianza contractual con la Mirisch Company que le posibilitaba el control de las películas, y de paso la realización, al fin, de La gran evasión. Aunque el fin de su colaboración impidió que se realizará el proyecto de The yards of Essendorf que intentaría poner en marcha en 1970, con Warren Beatty, Jean Paul Belmondo y Ursula Andress, pero que se frustró por no lograr materializarse el guion adecuado. Tampoco, previamente, a mediados de los sesenta, por parecidas razones, además de por conflictos con los extras, uno de sus proyectos más queridos, Richard Sahib, con Spencer Tracy y Alec Guinness. Y lo mismo su último proyecto, a inicios de los 80, Bat 21, también por causa de sus problemas de salud.







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