Warren Oates, la otra mirada de Peckinpah

Había tanto del propio Peckinpah en el personaje de Benny, en 'Quiero la cabeza de Alfredo García' (1974), que Warren Oates decidió portar las gafas del propio cineasta, su 'frontera', su protección ante un mundo cuya agresiva luz le hería. También había mucho del cineasta en aquel grito de Lyle mientras disparaba la ametralladora en la prodigiosa secuencia del enfrentamiento final en 'Grupo salvaje' (1969), uno de los momentos que más han logrado erizar mis entrañas ante una pantalla, y que vuelve a suceder cada vez que la revisto ( y van...). Peckinpah y Oates fueron dos leales cómplices fuera y dentro de la pantalla. Se conocieron en la serie 'El hombre del rifle' (1958-1963), en la que Oates intervino en repetidas ocasiones. Colaboró también en la serie creada por Peckinpah, 'The westerner' (1960), con Brian Keith, en cuyo personaje protagonista se inspiraría 'El hombre más grandes entre mil' (Will Penny, 1968), de Tom Gries, con Charlton Heston. Inolvidable es su presentación, con un cuervo al hombre, y esa sonrisa entre pícara y socarrona que le caracterizaba (como su mirada de ojos achicados por alguna luz), como Henry, uno de los hermanos Hammond, la horda a la que se enfrentan los protagonistas de 'Duelo en la alta sierra' (1962). Como memorable son la secuencia en 'Mayor Dundee' (1965), en la que suplica por su vida cuando es capturado tras su deserción, o aquella, en 'Grupo salvaje' (1969), en la que con el ceño fruncido observa sulfuroso cómo le ignoran sus compañeros mientras, entre risas, se pasan la botella de tequila, hasta que su gesto se distiende cuando asume impotente la lección que le están dando (Oates había aceptado participar en la película por su admiración por Peckinpah, rechazando un personaje protagonista en 'Support your local sheriff' de Burt Kennedy, y pese a que en su anterior rodaje en Méjico, en 'El retorno de los siete magníficos', 1966, de Kennedy, había contraído hepatitis y disenteria). La primera interpretación acreditada de Oates fue en el interesante western 'Emboscada' (1959), de Gordon Douglas. Al año siguiente, interpretaría al hermano del gangster protagonista, encarnado por Ray Danton, en la magnífica 'La ley del hampa' (1960), de Budd Boetticher. Interpretó a un mutante de ojos desorbitados en el episodio 'The mutant' de la serie 'Más allá del límite' y a un cowboy del espacio en 'Perdidos en el espacio' (en el episodio 'Welcome stranger', 1965, portando sombrero de cowboy con traje espacial). Su capacidad también para retratar la vena más mezquina o siniestra lo demostró con el policía corrupto en 'En el calor de la noche' (1967), de Norman Jewinson. Hizo del gesto impávido una sintética encarnación de la amargura o la sequedad anímica, como si fuera el gesto de quien padece una ulcera moral, caso del delincuente en la esplendida 'El día de los tramposos' (1970), de Joseph L Mankiewicz o el severo padre de la fascinante 'Malas tierras' (1973), de Terrence Malick, que se define con su mezquino gesto de matar al perro de su hija porque esta le había desobedecido. Esa vertiente, más moderada como gruñon o curtido que tiene su corazoncito camuflado entre las arrugas de la experiencia lo desarrolló en obras como 'El ladrón que vino a cenar' (1973), de Bud Yorkin o el oficial de policía de 'El trueno azul' (1983), una de las más eficaces obras de John Badham, o el sargento de 'Álbondigas en remojo' (1981), de Ivan Reitman. Particularmente memorables son también sus creaciones en la excelente 'Dillinger' (1973), de John Millius, o en 'Carretera asfaltada en dos direcciones' (1971), de Monte Hellman, con el que ya había trabajado en 'El tiroteo' (1968), y lo haría de nuevo en 'Cockfighter' (1975) o 'China 9, Liberty 37' (1978). Trabajó también para William Friedkin en 'El mayor robo del siglo' (1978), Philip Kauffman en 'The white dawn' (1974), Steven Spielberg en '1941' (1981), Tony Richardson en 'La frontera' (1982), o Richard Fleischer en 'El hombre más duro' (1983), y retomó los personajes de Humphrey Bogart y John Wayne enlas adaptaciones televisivas de 'La reina de África' (1977) y 'Valor de ley' (1978), de Richard T Heffron. Fallecería en 1983, de un ataque al corazón. Oates, por siempre, será Benny, la mirada que conjuga el cansancio, la desolación y la furia de los justos.