"Le coup du berger" ("Scholar's Mate") from Short films / Cortometrajes on Vimeo.
sábado, 13 de febrero de 2016
Le coup du berger
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La vida como escenario, las relaciones como mascaradas. Erase una vez una mujer a la que su amante regala un abrigo de pieles, por lo que tiene que urdir el modo en que pueda quedárselo sin que su marido sospeche su procedencia. Trama un relato según el cual casualmente había encontrado el billete de una consigna, pero inventar un futuro no es tan fácil como inventar un pasado. La estratagema necesita que sea el marido quien recoja el objeto para evitar posibles suspicacias si lo hiciera ella. Para su sorpresa, el marido no retorna con el abrigo sino con otro objeto, sin valor alguno. Es una anécdota, hecho real o leyenda, que ha tenido distintas variaciones. En Day-time wife (1939), de Gregory Ratoff, el embuste de Jane (Linda Darnell) sobre encontrar casualmente el boleto de un prestamista es para ocultar que se lo ha regalado su jefe (con el que no mantiene relación de ningún tipo), ya que no le había comentado a su marido, Ken (Tyrone Power), que había conseguido un puesto de secretaria (para indagar por qué los esposos tienden a mirar hacia otro lado, o sea no a sus esposas). Lo que confirmará, posteriormente, el intercambio de prendas es precisamente la infidelidad del marido con su secretaria (y todo finaliza con el reajustamiento del foco del marido sólo en su esposa). En un relato, que data de 1948, el objeto sustitutorio es un libro de Alfred Kinsey, Comportamiento sexual del hombre, una ironía sancionadora, por parte del marido, que revelaba que era conocedor de la infidelidad de su esposa.
Jacques Rivette realizaría en 1956 su tercer cortometraje sobre esa historia, Le coup de berger, y tres años después Roald Dahl escribiría un relato La señora Bixby y el abrigo del coronel que Alfred Hitchcock dirigiría en 1960, como uno de los episodios de Alfred Hitchcock presenta. Mismo año en que se utilizaría como uno de los pasajes dramáticos de Página en blanco, de Stanley Donen. Hay reveladoras variaciones. En el cortometraje de Hitchcock, se ironiza sobre todo con el azar como travestida apariencia de la imprevista injerencia de otros manipuladores y farsantes. La réplica es una duplicación: unos y otros simulan y engañan. En la resolución, la señora Bixby descubre que su marido, dentista, oculta también una relación paralela cuando ve salir de su consulta a su secretaria vestida con el abrigo de pieles. En Página en blanco, el marido, Victor (Cary Grant), recurre a la estratagema, consciente de la relación de su esposa (Deborah Kerr) con un millonario estadounidense (Robert Mitchum), porque sabe que el enfrentamiento directo dañaría cualquier posible rehabilitación de la relación. Es una forma de insinuarles que lo sabe, y una táctica para lograr que su esposa vuelva con él. Los impulsos entran en colisión, o duelo, con las estrategias, mientras sacuden a los personajes las interrogantes de qué es la realidad, qué son los sentimientos, o qué es una relación.
¿Cómo discernir, o separar, el escenario de lo real, la escenificación de lo espontáneo, si estamos tramados, o tramamos nuestras acciones/actuaciones, con proyecciones, expectativas, transferencias, manipulaciones, urdimbres, fingimientos y disimulos? Es una interrogante recurrente en el cine de Rivette, quien difumina las fronteras como interrogante que deja en evidencia su convergencia que puede ser fusión, o confusión. ¿Quién es el otro? ¿Cuánta proporción hay de carne y cuánta de máscara? Por eso, Rivette lo plantea como un juego de ajedrez, o plantea cómo las relaciones se pueden convertir, o enfocarse, como una partida de ajedrez. El título alude a una estrategia con la que uno de los contendientes logra la victoria porque sabe anticiparse a los movimientos del otro. El juego se relaciona con las máscaras y los reflejos. Claire nos es presentada reflejada ante un espejo, y en varias ocasiones, en concreto, en la casa de su amante, Claude (Jean Claude Brialy), se mira en dos ocasiones en el espejo, para acicalarse. Apariencia, ensimismamiento, mirada que ante todo se mira a sí misma (en otra escena, como extensión, él porta las gafas oscuras: es el momento previo a que ella le exprese su consternación porque no estaba el abrigo anhelado sino uno miserable de piel de conejo (como en la obra de Ratoff): le demanda que haga algo: pero ¿qué va a hacer si no puede 'ver' o imaginar qué ha podido suceder?. En otras, en su hogar, se refleja en el espejo, pero no se mira: revela su doblez. En esta versión, la resolución es aún más caustica: en una fiesta que organizan quien acude con el abrigo es su hermana Solange (Anne Doat). Precisamente, la excusa que había dado a su marido, Jean (Ettiene Loinod), al inicio, cuando va a ver a su amante, es que iba a ver a su hermana. Por tanto, en todo momento el marido era consciente de su engaño, y ese gesto final es una manera de restregárselo sarcásticamente. Ironía es también que, en una secuencia previa, Claire le deje probar un abrigo a su hermana, y que su reacción, cuando señala que puede quedarse con un abrigo suyo, le suscite la observación de que la nota extraña en las últimas semanas. La manipuladora y fingidora no es capaz de discernir su vida alrededor, la simulación de los otros.
Reflejos y ficciones: Durante la cena en la que se esfuerza en convencer a su marido de que vaya a recoger en la consigna lo que esté relacionado con ese boleto, él se mueve alrededor con mirada aparentemente distraída, enervándola con su falta de interés. Incluso, se levanta y da unas pinceladas a un retrato en proceso de su esposa, y cuando retorna a la mesa dirige su mirada hacia un cuadro en el que está retratada su esposa desnuda, y con el pelo corto (lo que delata que fue hace tiempo). Con dos miradas hacia dos retratos, en proceso y del pretérito, y su escurridiza coreografía de movimientos y gestos, condensa su relación presente, desdibujada, el deterioro o modificación de la relación, y su intuición de las procelosas intenciones de su esposa, ya máscara más que desnudez, como su relación es ya más un escenario en el que predominan las simulaciones. Una difusa transparencia, como el cristal de la copa de champán que observa Claire en el plano final. Una de sus posteriores grandes obras es La duquesa de Langeais, pero su título original es No toqueis el hacha, frase que refleja cuando el juego escénico deriva en combate, cuando el escenario supera a los contendientes por exceso o efecto. En Le coup du berger aún predomina una silenciosa confrontación, no explicita, sino elusiva, una sucesión de batallas sostenidas sobre el fingimiento y el escamoteo mientras las máscaras mantienen la apariencia de una alianza civilizada, almohadillada en las inercias, sin manifestar tensiones ni insatisfacciones. Jean nos es presentado tocando el piano junto a la ventana. Es la música de quien piensa en alguien en otro escenario fuera de campo. Las presencias están ausentes.
PD: En la secuencia de la fiesta entre los invitados están Jean Luc Godard y Francois Truffaut.Tras el seudónimo de Etienne Loinod está otro futuro director, Jacques Doniol Valcroze, uno de los cofundadores de Cahiers du cinema. Uno de los coguionistas, también a cargo de producción, es Claude Chabrol. El ayudante de dirección es Jean Marie Straub.
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