miércoles, 25 de noviembre de 2015
Setsuko Hara, sin ti hoy el mundo sonríe menos
Hoy el mundo parece que sonríe menos. Su rostro parecía una sonrisa permanente. Incluso, en la tristeza no dejaban de perfilarse sus contornos como el irreductible impulso de una resistencia. Se llamaba Masae Aida, aunque en las pantallas era conocida como Setsuko Hara. Y tras abandonarlas, sería también conocida como la 'virgen eterna', por retirarse con 43 años, porque no le atraía el cine, y sólo se había dedicado a la interpretación para ganar dinero para su familia, y ya consideraba que poseía lo suficiente. Las leyendas cinéfilas especulan con que la razón tuviera que ver con el fallecimiento entonces de Yasujiro Ozu, cineasta cuyas obras se esfuerzan en sonreir con la templanza aun en las pesadumbres y la consciencia de la finitud y las inevitables pérdidas, Con Ozu había colaborado en seis películas, en la 'Trilogia de Noriko, 'Primavera tardía' (1949), 'Principios del verano' (1951) y 'Cuentos de Tokio' (1953), en las que Hara encarna a Noriko (El sufijo ko precedido por el ideograma nori remite a la idea de comienzo, principio o aurora). Y en 'Crepúsculo de Tokio' (1957), 'Otoño tardío' (1960) y 'El otoño de los Kohayagawa' (1961). En su diario, Ozu escribió un sábado 17 de noviembre: 'Corre por los periódicos un rumor acerca de mi eventual boda con Setsuko Hara'. Ni uno ni otro se casaron ni tuvieron hijos. El retiro de Masae Aida, conocida como Setsuko Hara, un rostro que escanciaba sonrisas como una corriente de agua, fue completo. Ni siquiera intervino en documentales sobre Ozu. No quiso ser imagen. No quiso ser retratada ni grabada de ningún modo. Hubo otras cineastas en su carrera, tan grandes como Ozu, coom Mikio Naruse, con quien colaboró en 'El almuerzo' (1951) o 'La voz de la montaña',(1954) 'Chaparrón' (1956) e 'Hijas, esposas y una madre' (1960). Su sonrisa resistió 95 años.
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