jueves, 14 de mayo de 2015
Una nueva amiga y los reflejos
'Una nueva amiga (2014), de Francois Ozon, como las dos, y también espléndidas, obras anteriores de Francois Ozon, En la casa (2012) y Joven y bonita (2013) se trama sobre esa colisión entre apariencia y realidad, entre pantallas y proyecciones, y coloca en primer término la interposición de miradas que interrogan y elucubran y proyectan (y en algún caso, en cierto grado, que se interroga sobre sí misma).El deseo es una fisura en la piedra de la identidad, ya que esta se configura entre límites como quien necesita de celdas para definir su reflejo. Las fisuras abren ángulos y difuminan los límites, pero el deseo puede enredarse entre lo que proyecta y la pantalla de la realidad conjugada con otras proyecciones y los límites que establecen un papel pautado en la relación con la realidad y los otros.
Se estrena esta semana (Más, próximamente en Factor Crítico y El cine de Solaris)
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